Los conceptos de sanidad e inocuidad hacen referencia, por un lado al conjunto de servicios, personal e instalaciones destinados a la preservación de la salud pública, y por otro, a todos aquellos procesos que evitan que los alimentos nos dañen.
Es decir, la sanidad engloba a todas las instituciones federales y estatales encargadas de proveer servicios que satisfagan las necesidades de prevención, diagnóstico, tratamiento y recuperación de las personas y, en el caso del sector agropecuario, también de animales y cultivos.
Por otra parte, en palabras muy sencillas, la inocuidad es la característica o calidad de los alimentos, que garantiza que está libre de cualquier condición que pudiera poner en riesgo la salud de quienes lo consumen.
En el caso específico del sector agroalimentario, mediante la administración de riesgos, conservación y mejora de los estatus sanitarios, en las zonas o regiones donde se previenen y combaten plagas y enfermedades que afectan la agricultura, ganadería, acuacultura y pesca, se establecen mecanismos de vigilancia que evitan su propagación o bien se erradican según sea el caso.
México cuenta con un gran equipo de trabajo para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades y plagas que atacan a los animales, vegetales, y ocasionalmente a los seres humanos si llegan a consumir algún producto contaminado.
En ese sentido, la prioridad de nuestro país es incrementar la cobertura de los sistemas de reducción de riesgos de contaminación en unidades de producción agroalimentaria, acuícola y pesquera a nivel nacional para obtener alimentos inocuos, de calidad y que garanticen la salud de los consumidores y la suficiencia alimentaria.