En las mesas mexicanas, la sandía está presente en el agua fresca, nieve, cocteles, y por supuesto en rebanadas, porque la sandía es una fruta sana e inocua.
La sandía es originaria del África tropical; pertenece a la familia de las cucurbitáceas, su pulpa es de color rojo y sabor dulce. En México la hemos adoptado como una fruta nacional, pues posee las mismas tonalidades de la bandera mexicana, motivo por el cual se le considera un símbolo de identidad cultural.
La sandía está plenamente relacionada con el mestizaje y el arte. En este último rubro supuso una fuente de inspiración para los famosos pintores mexicanos: Frida Kahlo, Diego Rivera y Rufino Tamayo, quienes la empleaban como un emblema de sensualidad, erotismo y una representación de posturas ideológicas y políticas.
Por otra parte, la sandía es una de las frutas más saludables, contiene principalmente agua; vitamina C, ayuda a fortalecer el sistema inmune, además es muy refrescante en épocas de calor.
Actualmente, México está posicionado internacionalmente con un sólido prestigio internacional en materia de sanidad lo que permite la exportación de productos agroalimentarios como la sandía, que en 2016 tuvo una producción superior al millón 279 mil toneladas.
Por su calidad, sanidad e inocuidad, los Estados Unidos de América son el destino de casi el total de las exportaciones de sandía mexicana.
Los principales estados productores son Sonora, Jalisco y Chihuahua, aunque este fruto que se cultiva en casi todas las entidades federativas de la República.