· El Secretario Francisco Mayorga Castañeda participó en el Seminario Internacional “Avances y Retos de la Política Social”, donde hizo un balance de los logros y retos en el sector agropecuario y pesquero nacional en materia de alimentación.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) reconocen avances del Gobierno de México en la implementación de políticas públicas que impulsan la producción agroalimentaria y el fortalecimiento de la seguridad alimentaria.
Durante el Seminario Internacional “Avances y Retos de la Política Social”, la representante de la FAO en México, Nuria Urquía, y el Oficial de Asuntos Sociales de la CEPAL, Rodrigo Martínez, destacaron que la seguridad jurídica para que el Estado Mexicano garantice la producción y abastecimiento de alimentos a la población es un logro y un avance en las políticas sociales a nivel global.
Sin embargo, coincidieron en que se deben fortalecer las acciones de manera integral –autoridades, organismos y comunidades rurales-, a efecto de que se conjugue la parte de asistencia social con el impulso a proyectos productivos en zonas de alta y muy alta marginación del país.
La representante de la FAO en México, Nuria Urquía, subrayó los avances del Programa Estratégico de Seguridad Alimentaria (PESA) en México, el cual surgió de una iniciativa del organismo internacional con el apoyo del gobierno mexicano para fortalecer, a través de proyectos productivos, el abasto de alimentos e ingresos de familias rurales ubicadas en zonas de alta y muy alta marginación.
El enfoque del PESA no es asistencialista porque busca a través de proyectos productivos que las comunidades generen alimentos para autoconsumo y les da oportunidad de vender sus excedentes para conseguir un ingreso extra, expuso.
Por su parte, el Secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Francisco Mayorga Castañeda, aseguró que de acuerdo con los indicadores de la FAO, México logró mejorar su índice de seguridad alimentaria, al reducirse de 12 a 7 por ciento entre los periodos de 1990-1994 y 2007-2010.
La FAO define como países con dependencia alimentaria a aquellos donde las importaciones de alimentos absorben un 25 por ciento o más de los ingresos por exportaciones totales. En México, la meta en 2012 es reducir ese índice a un 4 por ciento.
En los últimos 10 años, la producción agropecuaria y pesquera del país creció a una tasa promedio anual del 2.4 por ciento, dos veces mayor al crecimiento de la población.
Además, entre los periodos de 1996-2000 y 2006-2009, la disponibilidad de alimentos de origen nacional por persona se incrementó en productos como huevo (40.6 por ciento), sardina (28.1 por ciento), y carne de canal (23.8 por ciento).
También, en frutas y leche (11.9 por ciento), cereales (10.8 por ciento), y hortalizas (10.1 por ciento).
Adicionalmente, la tasa de crecimiento promedio anual de las exportaciones agroalimentarias ha sido mayor al de las importaciones: 9.1 contra un 7 por ciento.
El Secretario Mayorga planteó el reto que se enfrenta de erradicar la pobreza del sector rural a través del impulso a la productividad, así como garantizar sistemas alimentarios y agrícolas más justos e integrados en los ámbitos local, nacional e internacional.
Incluso, explicó, es necesario reorientar el consumo de alimentos y de la nutrición por medio de una educación que modifique los actuales hábitos de consumo y se establezcan dietas más saludables a la población.
En este sentido, destacó los esfuerzos del gobierno mexicano por llevar información y promover una alimentación de calidad entre la población, a través de esquemas como el sello México Calidad Suprema (certificado de calidad) y la estrategia de Cinco por Día que fomenta el consumo de frutas y verduras entre las familias.
Afirmó que para atender el tema de alimentación la SAGARPA opera otros componentes como la calidad, sanidad e inocuidad de los alimentos.
Finalmente, el Secretario Mayorga sostuvo que uno de los aspectos más relevantes para garantizar la producción de alimentos en México será la protección de los recursos genéticos y el uso sustentable de suelo y agua.