La FAO subraya la necesidad de políticas comerciales justas que contribuyan a la seguridad alimentaria
La FAO ha mostrado su satisfacción por el acuerdo de los estados miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) dentro del recientemente aprobado "Paquete de Nairobi" para suprimir los subsidios a las exportaciones de productos agrícolas. La Organización señaló, sin embargo, se mantienen las diferencias sobre otras medidas encaminadas a crear condiciones más justas en el comercio mundial, en especial para los países en desarrollo.
Una declaración publicada el 19 de diciembre al final de de la 10ª Conferencia Ministerial de la OMC en Nairobi, Kenya, incluye varias decisiones relacionadas con el Acuerdo sobre la Agricultura. En concreto, se aprobaron cuatro decisiones ministeriales relacionadas con: la competitividad de las exportaciones gracias a la supresión de numerosos subsidios a la exportación por parte de todos los países para 2018; el permiso provisional para que los países en desarrollo puedan seguir almacenando existencias públicas en beneficio de la seguridad alimentaria; el Mecanismo de salvaguardia especial (SSM, por sus siglas en inglés) al que pueden recurrir los países en desarrollo cuando se enfrenten a un aumento de las importaciones, y un compromiso de los países desarrollados para facilitar el acceso sin aranceles ni cuotas a los exportadores de algodón de los países menos desarrollados a partir de 2016, siempre que sea compatible con los acuerdos ya existentes.
Aunque expresó su satisfacción el acuerdo de Nairobi, el Director General de la FAO, José Graziano da Silva, subrayó la necesidad de contar con un marco comercial mundial que permita a los países equilibrar la consecución de sus objetivos nacionales en materia de seguridad alimentaria y desarrollo sin perjudicar a sus socios comerciales.
“La persistente incertidumbre sobre cómo negociar un marco de estas características resulta preocupante, teniendo en cuenta que el comercio agrícola mundial deberá adquirir mayor importancia en las próximas décadas, a medida que los patrones de consumo y producción continúan evolucionando", dijo el Director General de la FAO.
"Resultará inevitable para la mayoría de los países –añadió- aumentar su participación en el comercio mundial. Sin embargo, el proceso de apertura comercial y sus consecuencias deberán ser bien gestionados si el comercio ha de mejorar la seguridad alimentaria”.
Comercio y seguridad alimentaria
Graziano da Silva hizo también referencia al informe de la FAO El Estado de los mercados de productos básicos agrícolas (SOCO) 2015-16, publicado recientemente, y que destaca la influencia del comercio sobre las cuatro dimensiones de la seguridad alimentaria: disponibilidad de alimentos, acceso, utilización y estabilidad.
El informe destaca además cómo el comercio y las políticas relacionadas afectan a las distintas dimensiones de la seguridad alimentaria de manera diferente en cada país o región, y cómo cambian a medida que los países se desarrollan. Teniendo en cuenta la irregularidad de las perturbaciones y la posibilidad de que las crisis de los mercados sean cada vez más frecuentes debido a las incertidumbres geopolíticas, meteorológicas y normativas, lograr un equilibrio entre los objetivos a corto y largo plazo se está convirtiendo en un requisito de vital importancia. Si bien los esfuerzos para intervenir y proteger a los mercados internos de la volatilidad de los precios mundiales podrían de hecho incrementar la volatilidad de los precios internos, los incentivos agrícolas desempeñan un papel importante a la hora de impulsar la producción y la eficiencia agrícolas y fomentar un mayor crecimiento económico.
Fortalecer la gobernanza del comercio
Los problemas relacionados con el comercio y la seguridad alimentaria pueden conciliarse mejor en el sistema multilateral de comercio mejorando el Acuerdo sobre la Agricultura de la OMC. Sin embargo, lograr el equilibrio adecuado entre una mayor disciplina en materia de política comercial y el espacio normativo al que aspiran los países en desarrollo ha resultado difícil.
En la nueva edición del SOCO, la FAO sostiene que dar un paso atrás para resolver las preocupaciones y prioridades nacionales subyacentes puede resultar la mejor alternativa. Constata la necesidad de reforzar la coherencia de las políticas para contribuir a la seguridad alimentaria, permitiendo que los gobiernos mejoren el diseño de las políticas comerciales, al tiempo que avanzan en el cumplimiento de los marcos comerciales regionales y mundiales.