El granado nativo de Persia, gracias a los fenicios llegó al Mediterráneo y ahora gozamos de su dulzura y beneficios en toda América.
La granada tiene una cáscara gruesa de color escarlata o dorado, en cuyo interior aparecen múltiples semillas rojas empapadas de una pulpa jugosa, refrescante y de sabor agridulce.
En oriente, esta fruta es considerada símbolo del amor y la fecundidad, y en ese mismo sentido, pero más allá de los simbolismos, tenemos que la granada goza de una serie de propiedades que la convierten en una súper fruta, entre los que destaca su gran poder antioxidante que ayuda a frenar el proceso de envejecimiento y a mantener la piel sana.
Por otra parte, al desgranarla para su consumo en fresco puede resultar una actividad divertida y entretenida para los más pequeños, reduce la presión y alegra el corazón., pero también la podemos consumir en jugo y acompañando ensaladas. La mejor época para consumir granada la tenemos desde julio y hasta principios de octubre.
En México, la granada se ha posicionado en un lugar muy especial: los chiles en nogada. Así que para las próximas fiestas patrias, un poco de las 6,800 toneladas que producimos de granada al año, llegará de los estados de Morelos, Oaxaca e Hidalgo, que son los principales productores, a adornar nuestras mesas.