· La empresa, que cuenta con una inversión de 25 millones de pesos y capacidad de procesamiento hasta de 10 mil toneladas anuales de ajonjolí, generará una derrama económica directa para cinco mil productores.

· Su infraestructura, asentada en mil metros cuadrados con procesos ecológicos, cuenta con capacidad para surtir los mercados de Estados Unidos, Inglaterra y Europa, y prepara la apertura de operaciones en Asia, Medio Oriente y Mediterráneo.

Con una inversión de 25 millones de pesos y capacidad de procesamiento hasta de 10 mil toneladas anuales de ajonjolí, fue inaugurada hoy la planta elaboradora de tahini (pasta de ajonjolí), del grupo Sesajal, cuya principal materia prima es semilla mexicana.

La planta de mil metros cuadrados y procesos ecológicos cuenta con la infraestructura y los recursos para surtir los mercados de Estados Unidos, Inglaterra y Europa, demandantes del tahini, informó el Director General de Sesajal, Iñigo González Covarrubias.

Indicó que del total de la demanda internacional de 40 mil toneladas anuales de este producto, se estima que este complejo surtirá el 15 por ciento de los requerimientos mundiales, principalmente en Medio Oriente.

El vínculo de la empresa con el campo mexicano representa una ventaja competitiva, destacó el empresario, toda vez que el abasto de la materia prima está garantizado con el desarrollo del cultivo de ajonjolí y cacahuate.

Explicó que para conseguir ocho mil toneladas de ajonjolí se requieren de 20 mil hectáreas de este cultivo y está previsto que con esta planta se amplíe la producción a 24 mil toneladas en 50 mil hectáreas, lo que incrementará los beneficios para más de cinco mil familias que se dedican a esta actividad en el campo.

Resaltó que a través del programa Pro-oleaginosas, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) participó en esta inversión, principalmente con líneas de crédito de organismos como Financiera Rural.

Por su parte, el Presidente del Consejo de Administración de Sesajal, José Luis González Iñigo, subrayó que unidades de producción vinculadas al sector agroalimentario representan el futuro de los negocios en México, por lo que adelantó nuevos proyectos de inversión de la empresa en el sector rural.

Expuso que el 60 por ciento de la producción de la planta de tahini se destina al exterior, particularmente en más de 50 países altamente consumidores de este alimento.

El Secretario de Agricultura, Francisco Mayorga Castañeda, destacó que las ligas entre la industria y el campo son cada vez más fuertes y benefician en mayor medida a productores de zonas marginadas.

Un ejemplo, dijo, lo constituyen los productores de ajonjolí y cacahuate, que se ubican generalmente en regiones de menor desarrollo.

Recién llegado de una gira por China y Japón, Mayorga Castañeda comentó que estos países, sobre todo el primero, representan mercados cuyo crecimiento requiere de cada vez más oferta de alimentos de occidente, lo que abre oportunidades a empresarios mexicanos.

Con un crecimiento anual del mercado del tahini –el 30 por ciento en Estados Unidos— la empresa Sesajal busca una mayor penetración en este destino que también se surte de proveedores de Medio Oriente.

Sin embargo, aprovecharán la cercanía con el mercado estadounidense para aumentar sus exportaciones, en el mediano plazo, de cinco a 20 contenedores al mes y con ello participar en un segmento que representa 450 millones de dólares anuales.

De manera paralela, la empresa mexicana con más de 20 años de experiencia en la producción y distribución de productos orgánicos y convencionales prepara la apertura de operaciones en Asia e incursionar en mercados de la zona del Medio Oriente y el Mediterráneo.

En México cuentan con dos sociedades de producción rural, una en Jalisco y otra en Sinaloa, y forman parte de la cadena producto Pro-oleaginosas, con operación en los campos de Sonora, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas.

El tahini o pasta de ajonjolí se utiliza como ingrediente en la industria alimenticia y se obtiene moliendo las semillas de ajonjolí.

Contiene ácidos grasos insaturados, proteínas, calcio, lecitina, vitamina E y elementos naturales del complejo B; es también rico en minerales como el hierro.

Contiene una abundante cantidad de proteína vegetal, lo que lo convierte en un alimento indispensable en las dietas vegetarianas y con intolerancia a la lactosa. Representa un alimento ideal para los celiacos, por sus beneficios nutricionales, además de que no contiene gluten.

El tahini se utiliza en una amplia variedad de platillos. Es bastante común en el Medio Oriente, sea como un acompañante o guarnición y un condimento popular con la carne y verduras. O bien como el principal ingrediente en sopas.