En el sector agrícola es necesario encaminarnos hacia la reducción de riesgos de desastres así como para fortalecer las acciones locales con el fin de desarrollar resiliencia para los más vulnerables.
En ese sentido, la Secretaría de Agricultura destina apoyos para que los productores de bajos ingresos y de regiones prioritarias cuenten con seguros catastróficos, para disminuir el costo de las primas de seguros que los productores adquieren y para fortalecer el funcionamiento de los fondos de aseguramiento, entre otros.
Así que es necesario conocer cómo obtenerlo:
El primero y más importante es que los productores no contratan este aseguramiento son los gobiernos estatales los que a través de la Secretaría de Agricultura proponen la cobertura de su interés por municipio, el o los cultivos, régimen hídrico, ciclo productivo, riesgos, etc., con la empresa que presente la propuesta que más se adapte a sus necesidades de protección y servicio, para que realice la aportación correspondiente establecida en las Reglas de Operación (80%) se sume a los recursos estatales y se proceda a su contratación.
Ahora bien, existen tres tipos de aseguramiento que abarca diferentes actividades y tiene un funcionamiento específico, veamos cuáles son:
Satelitales: abarca actividades agrícola y pecuaria, cubre la disminución de biomasa vegetal en áreas de pastizal y cultivos agrícolas, medida mediante índices de vegetación (NDVI) obtenidos a través sensores remotos (imágenes satelitales.
Paramétricos: comprende las actividades agrícolas. Su operación se sustenta en una red terrena de estaciones climatológicas que hacen reportes en “tiempo real” para monitorear factores como la precipitación diaria o temperatura.
Tradicionales: contempla las actividades agrícola y pecuaria. Se sustenta en la determinación de un nivel de rendimiento promedio en la unidad de riesgo (municipio o núcleo agrario) y aplica cuando, a consecuencia de alguno de los riesgos cubiertos, el rendimiento obtenido en la unidad de riesgo es menor al preestablecido. La evaluación de daños se realiza a través de muestreos en campo.
En el sector pecuario, opera para explotaciones en régimen extensivo o semi-extensivo del ganado, ante adversidades climáticas que dañan la capacidad de producción de forrajes en pastizales reflejadas en la condición corporal del ganado.
La consolidación y ampliación del mercado de aseguramiento agropecuario nacional es una vía para impulsar el desarrollo del sector rural y proteger a los más vulnerables: pequeños y medianos productores.