La agricultura protegida nos permite controlar los factores ambientales como luz, temperatura, viento, granizo y plagas para garantizar el exitoso desarrollo de los cultivos.
La agricultura protegida es aquella que se realiza bajo cierto tipo de estructuras que protegen de los daños que las malas condiciones climáticas ocasionan en los cultivos. Esta práctica es el resultado del desarrollo de los materiales plásticos a lo largo del tiempo.
Las ventajas que ofrece la agricultura protegida son: generación de empleos, incremento y control de la producción, mayor calidad de los productos agrícolas, entre otras.
Los principales alimentos que se obtienen mediante esta práctica en México son: tomate rojo, pepino, chile morrón, ornamentales y berenjena, pero también se cultiva chile verde, calabaza, germinados y forrajes
En nuestro país existen 40,862 hectáreas sembradas con agricultura protegida, el 22.2 por ciento (más de nueve mil hectáreas) se encuentran en Sinaloa, ubicándose como la entidad líder a nivel nacional en este sistema de producción.
La superficie sembrada con agricultura protegida representa 0.7 por ciento del total de la superficie sembrada en Sinaloa; sin embargo, el valor de la producción representa 11.1 por ciento.
En la entidad norteña siete municipios concentran la agricultura protegida: Culiacán, Navolato, Elota, Guasave, Mocorito, Mazatlán y Escuinapa, de éstos, Culiacán y Navolato conjuntan 90 por ciento de superficie sembrada (8,157 hectáreas), de producción 852,514 toneladas) y valor de la producción (4,719 millones de pesos).