El Farm Bill contiene programas al campo, recursos que se gastarán en el sector durante cuatro años, y da certeza a los productores de los apoyos que podrán recibir y las cosechas o producción que alcanzarán a obtener. En el 2008 se aprobó el último por parte de los legisladores de EU y debió concluir en septiembre del 2013, pero por carecer de acuerdos para el nuevo periodo de cuatro años, se extendió hasta septiembre de este 2013 y nuevamente está en análisis.
Fue el pasado10 de junio que el Senado de EU aprobó el Acta de la Reforma Agrícola, Alimentos y Empleo (Farm Bill) para el 2013, con una votación de 66 a favor y 27 en contra. Este acuerdo pretende reformar: apoyos a productores, programas de conservación, eliminar desperdicios y fraudes en los proyectos nutricionales y recortar 24 mil millones de dólares en gasto.
De acuerdo con información del Consejo Nacional Agropecuario en México, la nueva propuesta de Farm Bill es similar a la legislación agrícola presentada en el Senado el año anterior. Este proyecto nunca llegó a ser votado en el pleno, debido a que los líderes de la Cámara de Representantes fallaron por un voto. Con gran parte de la labor realizada en 2012, el Comité de Agricultura, Nutrición y Silvicultura del Senado fue capaz de acelerar el análisis de la legislación agrícola en el presente periodo.
De esta manera, la Comisión de Agricultura había aprobado ya el plan de ley agrícola a mediados del pasado mes de mayo, donde afirmó que las reformas crean ahorros por 16 mil millones de dólares para la reducción del déficit. Establecen que “el proyecto de ley haría a cualquier persona o sujeto con un ingreso bruto ajustado de más de 750,000 dólares no elegible para los pagos, en virtud de los programas de la ley agrícola del Título I, y los pagos tienen un tope de 50,000 por sujeto. El proyecto de ley también asegura que los pagos sólo serán para los productores con una participación activa en una operación agrícola”.
El acuerdo de ley del Senado vislumbra una mezcla de acciones para las industrias de cereales y alimentos, dando impacto en el soporte a la agricultura mediante la eliminación de pagos directos y pagos anticíclicos, así como con programas de “Elección de Ingresos Promedio de Cultivos” y “Pagos Complementarios de Apoyo al Ingreso”. Además, el seguro de cosecha sería reforzado y se convertiría en el principal medio para que los productores administren los riesgos de la agricultura.
La industria de grano ha tratado por mucho tiempo de limitar la inscripción en el Programa de Conservación de Reserva de superficies altamente erosionables; por su parte, el proyecto de ley agrícola del Senado hace progresos en este sentido mediante la reducción gradual del tope en la inscripción a 25 millones de acres (el límite actual es de 32 millones de acres).
Por otro lado, la reforma del Programa de azúcar continúa sin cambios hasta el 2017. Asimismo, hubo un recorte al Programa de Asistencia Suplementaria Nutricional, acuerdo fundamental que garantiza que cualquier persona que necesite ayuda alimentaria lo reciba. Sin embargo, las únicas formas de lograr reducir el gasto en lo establecido, es comprimir los beneficios o aumentar los requisitos de elegibilidad.
Finalmente, el proyecto del Senado afirma que un recorte de 4 mil millones de dólares en gasto se realizará al tomar medidas enérgicas contra el presunto fraude y abuso en este programa. Se espera que la Cámara de Representantes apruebe el Farm Bill este verano en su Comité de Agricultura, posterior pasará al pleno y se definirá completamente.
Sirva de ejemplo este proyecto que ha sido aplicado en Estados Unidos por varios años, el cual da prioridad al campo y a las políticas públicas, mostrando que existe una bolsa de recursos destinados e intocables a este importante sector. Mientras, aún en México se prepara la reforma al campo con gestiones que no contemplan presupuestos multianuales inamovibles. Así, la negociación presupuestal continúa para cada año.
* Periodista especializada en el
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