Muchos se habrán dado cuenta de mi gusto por escribir y que no soy tímido para compartirles mis ideas, experiencias y opiniones.

El otro día, si mi cálculo es correcto, logré completar el vuelo número mil de mi vida profesional. El completar tantos vuelos se me hizo un tema interesante de compartir, no por presumir que haya viajado mucho, sino como reflexión de lo que estos vuelos han significado y de lo que se ha logrado con ellos.  

En viajes de trabajo, cada vez que subes a un avión, vas con una misión y alguien puso su confianza ti para que la logres. Esto me hace reflexionar los muchos momentos de mi vida que fui puesto en un vuelo porque alguien confió en mí.

Al inicio de mi carrera, empezaron a sumarse los vuelos cuando desempeñé funciones en la Unión Ganadera Regional de Jalisco, donde hubo algunos viajes a Canadá, San Antonio y Houston y el fruto de ello fue promover la adquisición de semovientes que mejoraran la genética de los hatos jaliscienses.

Posteriormente, en la Fundación Produce Jalisco y Gobierno del Estado de Jalisco, se sumaron las millas para abrir mercados de exportación para productores de diversas hortalizas y frutas de la entidad.

Durante mi estancia en Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria, los vuelos aumentaron exponencialmente en número, donde la misión fue abrir mercados, organizar productores, desarrollar proveedores y fomentar las exportaciones.

El trabajar para la iniciativa privada no frenó la suma de vuelos, por lo que, al incorporarme al equipo de trabajo de una de las distribuidoras de hortalizas y frutas mexicanas en la Unión Americana, los viajes significaban incrementar las exportaciones de mangos y hortalizas mexicanas, así como ayudar a nuestros agricultores a alcanzar la competitividad necesaria.

Los viajes fueron en aumento durante mi estancia en la AMHPAC; dirigir esta organización sumó cientos de vuelos pero también las más gratas satisfacciones profesionales de mi vida.

Estos mil vuelos me permitieron crecer, conocer todos los estados de mi país y todos los municipios de mi estado.  Así como varios países, culturas y una gran cantidad de amigos.

Debo decir que la forma en que viajé durante los últimos 7 meses fue una verdadera locura, pero sin duda, los vuelos más significativos son los que hice junto al equipo de defensa del tomate,  aquí se sumaron decenas de viajes a Washington DC. y a la Ciudad de México, donde había mucha gente que esperaba que trajéramos un acuerdo a casa.

Son muy representativos estos últimos vuelos, porque eran necesarios para prevenir una injusticia, evitar una guerra comercial, pero lo más importante, defender una industria de la cual me siento sumamente orgulloso y agradecido: la industria del tomate.

Tal vez algún día les platique qué sucedió durante las negociaciones, donde les relate muchos momentos chuscos, de asombro y frustración. Así como también, de los buenos amigos que hice durante esta gestión, las cenas en restaurantes chinos, los momentos de gritos y sombrerazos para ponernos de acuerdo internamente.

Pero les diré esto, pueden estar seguros de que las personas que trabajaron en esta negociación son los mejores, los más íntegros y correctos negociadores que pudo haber tendido la industria, estos señores defendieron el interés de la industria mexicana, con objetividad y bajo un consenso de que México debiese salir beneficiado.

Los señores en esta negociación dejaron a un lado su trabajo, familia, salud, y se dedicaron en cuerpo, alma y mente a sacar un acuerdo y de paso, me enseñaron muchísimo.

Estos últimos vuelos  los hice con gusto, con un gran sentido de orgullo, honor y confianza porque sabía que al bajarme del avión me esperaban el equipo de caballeros que sacarían este acuerdo adelante.

Gracias de verdad Martín, Tolín, Mario y Germán, mi gratitud y amistad estará siempre con ustedes.

Tenemos la costumbre de ser críticos y demandantes con nuestros gobernantes, siempre he dicho que el derecho de crítica se gana, y la mejor manera de hacerlo es reconocer y demostrar gratitud. Hubo funcionarios que se jugaron mucho por el acuerdo, que sin dejar de ser profesionales e institucionales lo tomaron personal, y es importante reconocer la disciplina y profesionalismo en que un gobierno saliente trabajó el tema y el nuevo gobierno lo retomó como carrera de relevos, a toda velocidad y con toda la voluntad de apoyar.

Gracias a Francisco Mayorga, Bruno Ferrari, Heriberto Félix, por trabajar el tema hasta el último día de sus gestiones, que por cierto, le deseo una pronta recuperación al Lic. Ferrari. De igual forma, expreso mi más grande reconocimiento al Secretario Ildefonso Guajardo, a su Subsecretario Francisco de Rosenzweig y su equipo de trabajo, por la brillante gestión que desempeñaron y por representar “el tercer pilar” de esta negociación. Siendo metafóricos, esta negociación podemos representarla como una plataforma sostenida por tres pilares, los cuales fueron requeridos para llegar a su término, pues de haber prescindido de alguno de ellos, la plataforma se hubiese derrumbado.

Dicha gestión logró la coordinación entre Secretarías para proporcionar el mecanismo que permitiera incorporar, a través de los requisitos de inocuidad, a todos los productores y comercializadores de tomate por medio de un registro obligatorio en la SAGARPA, mismo que se incluye en el requisito de un aviso automático a la exportación, que por medio de la Secretaría de Economía obligará a todos los exportadores a cumplir con el acuerdo, para poder exportar a la Unión Americana.


Ahora a lo que respecta a ustedes agricultores, tomateros y todas las personas que fueron beneficiados por la gestión de estos señores; les corresponde una gran responsabilidad, ustedes tienen que honrar el acuerdo con buenas prácticas comerciales.

Este acuerdo sin duda es complicado y cambiará la dinámica del mercado, donde será ahora un mercado de valor más que de volumen.

Los precios de referencia rebasan lo ideal, pero se logró la mejor negociación posible. El no contar con un acuerdo hubiera desbastado nuestra industria. Y quienes piensan que esto no sucede, solo recuerden el caso de España.

Ahora depende de ustedes hacer un buen uso del mismo, habrá que reforzar calidad, vigilar inventarios y exportar con certeza lo que ya está vendido o contratado y, sin duda, es momento de retomar el tema de la diversificación de mercados.

Es importante el acercamiento a sus organizaciones y entender plenamente el sentido del acuerdo, pero más importante es mantener la unidad y respetar los términos del mismo. Ojalá hubieran visto lo que yo vi, pero permítanme darles la confianza de que esta hoy es nuestra mejor opción y se logró el mejor acuerdo bajo las circunstancias actuales.

Muchas gracias por la confianza de quienes me pusieron en mil vuelos.

Eric R. Viramontes Serralde
@ERVS_VIRAMONTES

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