Desde el 8 de octubre del 2012 México forma parte, junto con otros 10 países de América y Asia Pacífico (Estados Unidos, Chile, Australia, Vietnam, entre otros), del Acuerdo de Asociación Transpacífica, mejor conocido como TPP en sus siglas en inglés. Del 3 al 12 de diciembre México participa por primera vez en la 15ª ronda de negociación, en cada una de las veinticinco mesas en la ciudad de Auckland, Nueva Zelandia.
Este Acuerdo Regional, sin lugar a dudas, es el más importante que se haya negociado en este milenio en el mundo entero, y significa una relación que reunirá al 30% del comercio mundial, con el objetivo de largo plazo que se convierta en un zona de libre comercio, sin restricción a la inversión y a los servicios, con simplificación aduanera, normatividad fitosanitaria, reglas de origen flexibles y adecuadas.
Desde el punto de vista económico la participación de México se basa en la necesidad de que continúe siendo un eslabón fundamental en la cadena de suministro hacia los países pertenecientes al TLCAN y ahora con los países del TPP.
En lo que respecta al sector agroalimentario, la balanza comercial es deficitaria desde hace más de veinticinco años, debido a políticas que en su momento fueron asumidas por el gobierno a principio de los años ochenta, y que ahora, con la disminución de los inventarios a nivel mundial de algunos de los alimentos requeridos en la dieta nutricional (ocasionados por el cambio climático, la creciente demanda de alimentos de países como China e India, la desviación de ciertos granos para la generación de combustibles). Por lo tanto hoy la recomendación de la FAO es que los países se abastezcan en al menos un 75% de sus necesidades en alimentos. México hoy tiene una balanza agroalimentaria deficitaria con tendencia a seguir creciendo en su déficit, a pesar de que nuestras exportaciones han aumentado, por lo que requerimos importar cerca del 33% de lo que se consume. El saldo agroalimentario es negativo con algunos países miembros del TPP como Vietnam, Nueva Zelandia, Canadá, Estados Unidos y Chile.
A pesar de esta problemática con la balanza agroalimentaria, las fortalezas de México están en el incremento de nuestras exportaciones, en cantidad y variedad de productos, porque en algunos de ellos se ocupa una posición de liderazgo como cerveza, tequila, productos hortofrutícolas, lo cual se puede aprovechar aún más con el alto nivel de ingreso per cápita de países como Australia, Nueva Zelandia y Singapur, entre otros.
No obstante existen sensibilidades en productos como café, carne, granos, lácteos, vinos, entre otros productos, que en algunos casos son subsidiados por los mismos gobiernos.
El TPP está en vías de ser firmado por estos once países entre 2013 y 2014, y quizá se sumen otros de la región.
México deberá buscar que sus productos se puedan colocar en todos los mercados, pero ser cuidadoso en las sensibilidades donde los subsidios, los sistemas de producción y las economías de escala pueden resultar dañinos a nuestros productores, aumentando el déficit en la balanza agroalimentaria, con un enorme riesgo de dependencia externa. También debemos ser muy estrictos en salvaguardar la sanidad vegetal y animal de algunos de los productos en los que se ha trabajado de manera intensa y por muchos años para lograr certificaciones a nivel internacional.
*Jorge Segovia/Ingeniero Agrónomo
Socio Director LYCANS
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