Uno de los refranes más populares sobre las lentejas es “son lentejas, si quieres te las tomas y si no te las dejas”, aunque hoy lo que queremos hacer es hablar de las propiedades beneficiosas que poseen estas pequeñas legumbres, además de ser una fuente natural de hierro.
Podemos destacar que es un alimento que posee muy poca grasa y que la mayoría de la energía de este alimento se obtiene de los hidratos de carbono, colaborando a conseguir rápidamente la sensación de saciedad; de modo que es muy recomendable su consumo en dietas. También son muy ricas en potasio, que ayuda a evitar la retención de líquidos.

Son una fuente natural de la mayor parte de la vitaminas del grupo B y de folato (que el organismo lo procesa convirtiéndolo en ácido fólico), que ayudan a mantener el buen funcionamiento del sistema nervioso las primeras y a evitar los síntomas de la depresión el segundo.
Curiosamente, las lentejas también son afrodisíacas puesto que son ricas en zinc, y este mineral influye en el control de las hormonas que controlan el deseo sexual y la producción de esperma. Su alto contenido en fibra también ayuda a disminuir los niveles de colesterol.

Son muy ricas en proteínas, por lo que son ideales para niños y deportistas puesto que necesitan un gran aporte de energía para su día a día, para las personas mayores puesto que son fáciles de masticar y para los vegetarianos como sustitución de las principales fuentes de proteínas que son la carne y el pescado (sobre todo si combinamos las lentejas con arroz).