El programa de Agricultura por Contrato, que opera la Secretaría de Agricultura, tendrá este año algunos ajustes, entre ellos que todos los participantes deben pertenecer a una organización.

Se mantiene la compensación de bases y las coberturas, así como el apoyo complementario al ingreso objetivo y los apoyos a la exportación.

Sin embargo, ya no operarán los apoyos a la pignoración, a la movilización, al acceso a granos forrajeros ni a la inducción productiva y el volumen máximo a registrar por productor será el promedio que haya cumplido en los 3 últimos ciclos homólogos previos.

El programa de Agricultura por Contrato nació con el objetivo de acercar al comprador con el productor primario y comprometerse a la compra - venta de la cosecha, así como con la calidad solicitada por el comprador.

Este esquema se acompaña del Ingreso Objetivo, que es una compensación para el productor en caso de que los precios bajen y también opera el apoyo a las coberturas agrícolas, que significa un seguro para el comprador en caso de que los precios se disparen y para el productor en caso de que caigan.

En todos los casos los precios del contrato se realizan relacionados con la Bolsa de Chicago.

“En caso de que algún participante incumpla, además del registro del incumplimiento, perderá su derecho a recibir cualquier apoyo de Apoyos y Servicios a la Comercialización de SAGARPA (ACERCA), incluyendo beneficios de coberturas. En este punto se aclaró que la situación atípica de Sinaloa del año pasado no será tomada en cuenta”, destaca información del Consejo Nacional Agropecuario.

Otro cambio es que quienes registren incumplimientos superiores al 20 por ciento del volumen pactado, serán registrados y perderán su derecho a participar en los dos ciclos agrícolas homólogos subsecuentes.

“Las coberturas serán apoyadas hasta un 85 por ciento del costo de la prima de las opciones para el caso del productor y hasta 50 por ciento en el caso del comprador”, detallan.

Este programa es aprovechado por los productores y compradores que han logrado la confianza uno en el otro y son esquemas que se han consolidado en el centro y norte del País, pero aún hay casos incipientes en el sureste y la Península.