El reto de México en la producción de oleaginosas para dejar de importar el 95 por ciento de estos cultivos de donde se extraen los aceites avanza paulatinamente. Los apoyos directos para incentivar la siembra que otorga la Secretaría de Agricultura, han hecho que la siembra avance.

Con el programa de Agricultura por Contrato (asegura la venta de cosecha del productor a la industria) o del Ingreso Objetivo (que protege al productor en caso de que el precio se desplome) y de semillas genéticamente modificadas se pretende revertir las importaciones.

Hace 20 años, México era un fuerte productor de soya, principalmente en Sonora y Sinaloa, pero la plaga conocida como mosquita blanca y los incentivos para sembrar maíz, desaparecieron el cultivo. Hoy, México importa 95 por ciento de las oleaginosas requeridas para hacer aceites de cocina, entre otros.

El reto de México es recuperar la autosuficiencia y eso se logra con combinar la siembra de maíz, trigo o sorgo con oleaginosas, como se hace en Estados Unidos.

Existen siembras comerciales de cártamo en el norte del País, palma africana en Chiapas, Veracruz y Oaxaca; canola, en Zacatecas y el Estado de México, y soya transgénica, en Campeche y Chiapas.

El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agropecuarias y Pesqueras trabaja en una nueva variedad de soya para el norte del País con el fin de que sea resistente a la mosquita blanca y los productores acepten el cultivo en la región.

Se espera que en este 2012 se haya recuperado el 30 por ciento de autosuficiencia e importar sólo 70 por ciento de la demanda de la industria.

Por Karla Martínez

Periodista especializada en el sector agropecuario

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