Definición técnica y no comercial de invernadero

*Por Ing. César Campaña

Presidente de la AMHPAC

Mucho han insistido nuestros vecinos del Norte (Canadá y Estados Unidos) en tratar de definir la palabra Greenhouse (invernadero); el problema radica, desde mi punto de vista, en que tratamos de detallar una estructura y no un concepto, como debe ser.

Etimológicamente Greenhouse se refiere a un cultivo dentro de una casa e invernadero a un cultivo desarrollado en el invierno. Pero ambas se refieren a un cultivo protegido.

Para los norteamericanos y los principales países de Europa, prácticamente es imposible pensar en un invernadero que se pueda cultivar en el invierno sin calefacción, teniendo resultados económicamente viables. Por ello, para la mayoría de los países pioneros y que cultivan bajo invernadero, la definición de esta palabra se circunscribe a un sólo tipo de estructura con características y necesidades muy similares. Para los países entre el trópico de cáncer y el ecuador, los tipos de invernaderos se diversifican, pero manteniendo el concepto original de un cultivo protegido, sea cultivado durante el invierno o no.

Las variables que inciden en la fotosíntesis de las plantas y por ende en su producción son: agua, nutrientes, la entrada de insectos, energía lumínica, oxígeno, CO2, temperatura y humedad relativa. De éstas, las últimas cinco son las variables climáticas que se pueden controlar en mayor o menor medida con la infraestructura de un invernadero. Es en estas variables en las que se basa el diseño adecuado de un invernadero para cada microclima en particular.

Es condición humana que siempre las nomenclaturas prácticas se impongan en el lenguaje común sobre las definiciones técnicas, por ejemplo normalmente usamos los anglicismos fútbol y básquetbol por balompié y baloncesto. De igual manera considero que el catalogar las clases de invernadero como de alta, media y baja tecnología cae en ambigüedades y malentendidos, además que subconscientemente sugieren concluir que alta, es buena y baja es mala o inferior.

Veamos a que me refiero; tratemos como ejemplo definir que es un invernadero de alta tecnología y veremos que no explica específicamente qué componentes debe tener para ser catalogado de esa manera, al tratar de definirlo en ese sentido práctico.

En el sentido amplio debería de ser una estructura metálica cubierta por vidrio o policarbonato, pero surge una primera duda: ¿si es de plástico ya no es de alta tecnología?, o si es de doble capa de plástico con colchón de aire caliente ¿ya lo es?... Debe contar con sistema de calefacción (¿de agua caliente o de aire caliente?), con inyección de CO2 (si no cuenta con ello ¿no es de alta tecnología? ¿o ya pasa a ser de media tecnología?), debe ser cultivado hidropónicamente (¿en lana de roca, perlita, fibra de coco, arena o peat moss? ¿Cuáles sí entran y cuáles no? ¿Se puede tierra en macetas? Cultivo en el suelo u orgánico ¿entra? o ¿depende del sistema de riego? o ¿si es automatizado si? o ¿no necesariamente? o ¿Depende de cuánto costó?).

Como vemos son muchas las dudas que surgen en tan sólo estas características y podemos continuar con una larga lista de componentes posibles: pantalla térmica, pantalla de sombreo, nebulizadores, sensor de temperatura, humedad relativa, radiación, velocidad y dirección del viento, control automatizado de ventilación, pared húmeda, extractores y recirculadores de aire, cortinas de aire, iluminación artificial, etc.

Ante tantas dudas me refugio en los aspectos técnicos, en los que me apoyé para la definición del CONCEPTO DE INVERNADERO en mi editorial pasada. El ABC de un invernadero es controlar o modificar las variables climáticas del campo abierto: viento, radiación solar, lluvia, temperatura, humedad relativa y otros como la entrada de insectos y el control de la humedad y la disponibilidad de nutrientes del suelo o sustrato.

En base a estas variables es que se tiene una clasificación adecuada de los tipos de invernadero, aclaro que yo no la invente, “el hilo negro ya se inventó”, como me decía mi ex jefe y ésta es: invernadero activo, semiactivo y pasivo.

Activo: se refiere a que modifican o “participan activamente” en las condiciones climáticas como temperatura, radiación, humedad relativa, niveles de intercambio de gases (CO2 y Oxigeno) y en la humedad y fertilidad del suelo o sustrato. Cabe señalar que dicho equipamiento permite tener un control óptimo de las variables. En la práctica este tipo de invernadero se utiliza donde se quiere producir todo el año y existe una variable climática, la cual es imprescindible controlarla óptimamente para poder producir (generalmente es la temperatura, aunque en Holanda derivó en la actualidad en luz o radiación). La alta inversión que se necesita para ello obliga a mejorar el control de las otras variables para poder recuperar u optimizar la inversión.

Semiactivo: significa aquellos en los que se modifica o “participa parcialmente” en algunas condiciones climáticas sin llegar necesariamente a un nivel óptimo, es decir se mejoran las condiciones pudiendo o no llegar al ideal. Un ejemplo son las zonas donde existen buenas condiciones en el medio ambiente en una época del año, y que hay que modificarlas en el otro periodo sin ser imprescindible el control óptimo, o bien que hay que modificar sólo algunas variables en ciclo del cultivo para poder producir rentablemente, por ejemplo la lluvia o temperaturas templadas.

Pasivo: es aquel que no modifica o “participa” en las condiciones climáticas fuera de la radiación y por ende parcialmente en la temperatura, el viento que influye en la humedad relativa y la entrada de insectos. Este tipo de tecnología se utiliza en zonas donde es factible producir en campo abierto estacionalmente, pero que con esta herramienta da una mejor producción y calidad.

Es importante recalcar que una no es exclusiva de la otra, puede haber combinaciones, implementación parcial o modificaciones de tecnologías, todo ello con el fin de incrementar rendimiento y calidad para bajar costos o aumentar valor en los productos. Hay una máxima irrefutable en la producción en invernadero:

“Toda inversión en tecnología que hagan en una invernadero les reditúa en rendimiento y calidad”… Sólo hay que analizar MUY BIEN el costo-beneficio de dicha inversión.