Son diversas las causas de la hambruna mundial, podríamos incluir en esta larga lista desde problemas políticos, sociales, bélicos, y así seguir hasta llegar a desastres naturales, sólo por mencionar algunas de las causas.

Pero de acuerdo con la FAO, habría que sumar a esta lista, el daño causado por la competencia entre las malezas y los cultivos. Para Ricardo Labrada-Romero, experto en el tema, de origen cubano, "Las sequías, las plagas y las enfermedades como la gripe porcina -explica- llaman la atención porque sus consecuencias son dramáticas. Las malas hierbas son diferentes. Hacen daño de forma callada y durante todo el año, un año tras otro".

Para este especialista, el daño causado por algunas malezas puede llegar a ser tan drástico, que lleve a la pérdida total de la producción y en algunos casos dejar los suelos estériles por algunos años.

Las estadísticas de las pérdidas causadas por las malezas, las han colocado como uno de los principales enemigos de las producciones agrícolas. Contrario a lo que pudiera esperarse, los daños originados por las malezas son mayores que los que puedan causar patógenos o insectos. Sustentando lo anterior, podemos analizar las pérdidas causadas por diversos organismos, presentadas en el siguiente cuadro:

Pérdidas producción alimentaria a nivel mundial

Land Care, FAO.

Para continuar con las cifras, podemos comparar las pérdidas causadas por las malezas con otros datos de producción, estas equivalen a 380 millones de toneladas de trigo, lo cual significa más de la mitad de la producción mundial que se tiene proyectada para el 2009. Desagraciadamente como suele ocurrir, las mayores pérdidas se registran en los países menos desarrollados.

De acuerdo con Labrada-Romero, el daño también repercute en el tiempo que se tiene que emplear para desmalezar los campos de cultivo. Con la evidente afectación en los niveles de productividad en los campos agrícolas.

Existen regiones en el mundo que por sus condiciones climáticas tienen mayores problemas con las malezas, tal es el caso del continente africano, donde las familias campesinas, aun cuando trabajen diario en deshierbar los campos, no alcanzan a cubrir la totalidad de la superficie requerida.

Para combatir las malezas, se requiere de un programa de manejo integrado. De sobra es conocido que el control químico por si solo resulta ineficaz, además del daño al medio ambiente genera resistencia entre las malezas. Pero no por esto deben de ser descartados, su uso adecuado dentro de un programa integrado, resulta exitoso. Un buen manejo también debe contemplar la rotación de cultivos.

Para evitar contaminación por semillas de malezas, Labrada-Romero recomienda el uso de semillas certificadas o enseñar a los pequeños agricultores que producen sus semillas a limpiarlas.

Otra medida de control, que es sencilla y eficaz, no sólo para el control de malezas (tanto de semillas como plántulas), también resulta útil para combatir problemas de insectos y enfermedades, es la solarización, la cual es un medio de control físico basado en aumento de temperatura. Ésta se implementa mediante el uso de películas de polietileno sobre suelo húmedo, propiciando temperaturas letales para las semillas de las malezas.

El problema con las malezas no sólo se limita al ámbito terrestre, también se encuentran presentes en el medio acuático. Para el control de algunas de ellas se recomienda la implementación de control biológico.

Como podemos ver, el control de malezas requiere de una mayor atención de la que se le ha venido dando.

Fuente FAO

Redacción TECNOAGRO

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