Pese a la pandemia y al conflicto entre Rusia y Ucrania, el campo mexicano continúa como motor de la economía nacional, y al cierre de 2021 la balanza comercial agroalimentaria y agrocomercial tuvo un superávit de siete mil 192 millones de dólares (mdd), en gran medida porque nuestro país cuenta con un sector semillero fuerte.
Porque entendemos que “una buena cosecha inicia con una buena semilla”, es que promovemos diálogos para que integrantes de los sistemas agroalimentarios avancen en el desarrollo y generación de nuevas variedades vegetales y semillas mejoradas, y así, aumentar la productividad del país y contribuir a la autosuficiencia alimentaria.
¿Por qué son importantes las semillas mejoradas?
La semilla mejorada es una vía eficaz para llevar tecnología al campo y enfrentar de manera exitosa los desafíos climatológicos que enfrentan las familias productoras.
Además, es una aliada más para incrementar la producción sin utilizar más suelo, así como optimizar el agua y reducir el uso de agroquímicos, contribuyendo a la meta de lograr la seguridad alimentaria.
Actualmente existen 601 empresas productoras de semillas, distribuidas en todo el país, las cuales producen alrededor de 205 mil toneladas de semillas de 19 cultivos, en ocho mil predios ubicados principalmente en el centro y norte del país. Con esta producción de semilla certificada se cubren las necesidades, en promedio, del 40% de las semillas de esos cultivos.
De acuerdo con la FAO, la seguridad alimentaria depende de la seguridad de las semillas de las comunidades agrícolas, situación fundamental para México expresada en el Programa Nacional de Semillas 2020-2024, cuyo objetivo es que el agricultor cuente con semillas de calidad en sus dos variantes:
- Agricultura comercial
- Agricultura de subsistencia.
¿Cuál es el papel de la semilla mejorada?
Hacer una agricultura eficiente y aumentar los rendimientos, lograr, no solo la rentabilidad de la producción, sino enfrentar factores adversos como el cambio climático, las plagas y las enfermedades.
Satisfacer la creciente demanda de alimentos con mejor sabor, apariencia, vida de anaquel y calidad nutrimental, en beneficio de la sostenibilidad de las cadenas agroalimentarias.
En México, existen cinco mil 317 variedades vegetales registradas en el Catálogo Nacional de Variedades Vegetales, de 139 cultivos diferentes. De ellas, tan solo el maíz, cuenta con 2,042 variedades por la importancia de este cultivo para nuestra cultura y alimentación.
Las instituciones y bienes públicos son factores de promoción y desarrollo tecnológico, así como aliados para la mejora de semillas: 9 de cada 10 variedades de arroz y frijol son generadas por la inversión pública y, en el caso de trigo, 8 de cada 10. Además, estas instituciones generan variedades que están disponibles para más de 600 pequeñas empresas semilleras.