A continuación te presentamos algunos datos curiosos de este fruto tan peculiar.
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La fresa era un símbolo para Venus, la diosa del amor, por su forma de corazón y color rojo.
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En el mundo se conocen más de 1000 variedades del fresón, por su capacidad de hibridación.
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Si se comen aproximadamente 6 fresas, se aporta al cuerpo humano el equivalente a la cantidad de vitamina C necesaria por día y contienen más vitamina C que los cítricos.
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Para obtener las mismas kilocalorías que una manzana mediana, necesitamos comer aproximadamente 15 fresas, ya que aportan 34 kcal por cada 100 g. sirven para calmar el hambre entre horas o en un postre ligero, siempre y cuando no se les agregue azúcar o nata. Picadas al natural son muy ricas, con yogur o zumo de naranja.
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Su elevado contenido en potasio y bajo en sodio, resultan adecuadas para las personas que sufren de hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, hiperuricemia o gota.
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Su multitud de compuestos combaten el efecto dañino de los “radicales libres” que tienen la capacidad de alterar el ADN, las proteínas y los lípidos o grasas. De esta manera contribuyen a la prevención de enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer y enfermedades degenerativas.
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Contienen xilitol, que es utilizado para añadir a los alimentos procesados sin azúcar como los chicles, que no produce caries ni estimula la producción de insulina.
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Son buena fuente de fibra para las personas que padecen alteraciones en el tracto intestinal, diabetes, hipercolesterolemia, sobrepeso, obesidad o litiasis biliar.
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Además pueden producir urticaria en personas con alergia a la aspirina, ya que su contenido en ácido salicílico es de acción antiinflamatoria y anticoagulante.