La cadena de frío en berries: clave para llegar frescos del campo al mundo

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Desde los campos de México hasta las mesas de consumidores en Estados Unidos, Europa o Asia, las berries han conquistado paladares exigentes gracias a su sabor, textura y frescura. Pero detrás de esa calidad hay una infraestructura silenciosa y altamente tecnológica: la cadena de frío. Su correcta implementación es la diferencia entre un producto premium y uno con reclamos, pérdidas o rechazo en destino.

Un viaje delicado: del corte al consumidor

Las berries —fresas, arándanos, frambuesas y zarzamoras— son frutos altamente perecederos. Su vida de anaquel depende en gran medida de lo que sucede en las primeras horas después de la cosecha. Desde el momento en que se separan de la planta, comienza una cuenta regresiva biológica: la respiración celular, la pérdida de humedad y la actividad microbiana se aceleran con la temperatura.

Por ello, la cadena de frío no comienza en el transporte o en el empaque, sino desde el mismo campo, donde se deben seguir protocolos estrictos para evitar rupturas térmicas. Aquí entra en juego un manejo coordinado que contempla:

1. Cosecha y manejo en campo

Horario de corte: antes de las 10 a.m., cuando la temperatura ambiental es más baja.

Contenedores sombreados y ventilados: evitar que los frutos se expongan al sol directo o se apilen sin aireación.

Transporte inmediato a zona de preenfriado: máximo 30 minutos desde la recolección.

Tecnología en el preenfriado: el primer paso crítico

El preenfriado rápido reduce la temperatura del fruto desde los 25–30 °C del campo hasta los 0–2 °C ideales para conservación. Este proceso debe realizarse en las primeras dos horas tras la cosecha para evitar pérdida de firmeza, sabor y vida útil.

Hoy en día, empresas líderes están implementando:

Hidropreenfriado (hydrocooling) para fresas, mediante duchas de agua fría que enfrían rápidamente sin deshidratación.

Túneles de aire forzado para arándanos y frambuesas, que enfrían de manera uniforme sin dañar la superficie.

Tecnología de vacío (vacuum cooling) en procesos experimentales para acelerar el enfriamiento con menor uso energético.

Además, sensores IoT permiten monitorear en tiempo real la temperatura interna de los frutos durante el preenfriado, ajustando parámetros automáticamente para garantizar consistencia.

Transporte refrigerado inteligente: más allá del frío

En la logística, cada eslabón debe mantener una temperatura constante. Pero no se trata solo de “enfriar”, sino de controlar, registrar y garantizar trazabilidad.

Innovaciones actuales:

Cajas con sensores RFID que registran temperatura, humedad y golpes, y envían datos a la nube.

Contenedores con atmósfera modificada (MAP) que regulan oxígeno y CO₂ para reducir respiración del fruto.

Blockchain en logística: compañías exportadoras ya están adoptando esta tecnología para rastrear el historial térmico de cada lote, generando confianza en el importador y consumidor.

Puntos críticos en la cadena de frío

Aunque la tecnología avanza, aún existen desafíos en el cumplimiento de la cadena de frío en berries:

Cruces aduanales lentos o mal coordinados pueden romper el frío por varias horas.

Puntos de consolidación sin refrigeración en plataformas logísticas.

Cadenas de retail sin capacitación adecuada en manejo en anaquel.

Para resolverlo, se están integrando sistemas predictivos que alertan de posibles fallos antes de que ocurran, mediante análisis de datos históricos, geolocalización y variables climáticas.

Impacto directo en calidad, precio y vida de anaquel

Una ruptura en la cadena térmica de solo 2 °C por 4 horas puede reducir hasta en 3 días la vida de anaquel de las frambuesas, según estudios de la Universidad de California-Davis. Para exportadores, esto significa:

Menor vida útil en retail

Pérdida de firmeza y jugosidad

Aparición de moho o daños mecánicos

Devoluciones o renegociaciones de precio

Por el contrario, mantener una cadena de frío continua y bien documentada permite extender la vida comercial hasta en 12-15 días para arándanos y obtener precios premium en mercados exigentes.

El futuro: sostenibilidad y automatización

La tendencia actual es migrar hacia soluciones que sean a la vez eficientes y sostenibles:

Refrigerantes naturales como CO₂ en vez de gases sintéticos.

Energía solar en sistemas de preenfriado y transporte.

Inteligencia artificial para predicción de rutas óptimas y tiempos de tránsito.

Modelos de gemelo digital que simulan el recorrido completo del producto para anticipar fallos.

Conclusión: sin frío, no hay exportación

La cadena de frío no es un lujo, es una condición obligatoria para competir en mercados internacionales. En el caso de las berries, su fragilidad convierte cada grado de temperatura en un riesgo potencial o en una ventaja comercial.

Invertir en tecnología, capacitación y monitoreo continuo no solo asegura un producto de calidad, sino que posiciona a México como líder mundial en exportación de berries frescas, con valor agregado y responsabilidad.

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