La crisis económica mundial es más grave en el campo, el 70 % de la gente con hambre, vive y trabaja en el medio rural. El aumento en el precio de los alimentos y combustibles, y la falta de remesas por el desempleo en las ciudades, ha agudizado la situación de 1 020 millones de desnutridos, la sexta parte de la humanidad.
Los gobiernos no deben enfocarse únicamente a reactivar las economías ricas, deben proteger del hambre a los más vulnerables.
Una productividad agrícola baja, una tasa de crecimiento demográfica alta en países con inseguridad alimentaria, problemas de agua y tenencia de la tierra, inundaciones, sequías y una baja inversión en investigación agraria, fueron los factores que causaron la crisis alimentaria, los cuales desgraciadamente siguen presentes.
No es la primera recesión mundial, por lo que se debe retomar las estrategias exitosas que implementaron los países para defender la seguridad alimentaria en crisis anteriores.
De acuerdo con la FAO, los gobiernos deben de identificar, ubicar y conocer la situación de las poblaciones más vulnerables, para establecer redes de protección viables a las circunstancias, a través de programas de distribución de alimentos, transferencia de efectivo, programas de alimentación y sistemas de empleo.
Otra opción son las redes de protección productiva, como lo son subsidios para semillas y fertilizantes, y el seguro de cultivos como parte de protección social.
Una disminución del 4% de crecimiento repercute en un incremento del 2% en desnutrición infantil y grupos vulnerables. Por lo que los programas de alimentos deben de mantener o mejorar la diversidad dietética, distribuir suplementos y alimentos enriquecidos. Para lo cual la industria alimentaria puede contribuir con alimentos de mejor calidad para los infantes.
Es prioritario invertir en la agricultura, para mejorar la productividad, aumentar los medios de vida, lo que permitirá el desarrollo y conservación de los recursos naturales. Ampliar infraestructura rural y acceso a los mercados, fortalecer capacidad de generación y difusión de conocimientos.
Para lograr lo anterior se necesita de inversiones públicas selectivas destinadas a fomentar y facilitar la inversión privada.
Por iniciativa de la FAO la campaña mundial “TeleFood”, busca la recaudación de donativos que sirvan para financiar proyectos que permitan a las familias producir alimentos, generar ingresos e incrementar su seguridad alimentaria. La totalidad de los fondos se utiliza para la compra de insumos.
Por primera vez en la historia la cifra de personas que padecen hambre en el mundo sobrepasa los 1 000 millones. Este incremento en la inseguridad alimenticia no es resultado de la falta de alimentos o de las malas cosechas, sino de la crisis económica que ha disminuido los ingresos de los más pobres, limitando su acceso a los alimentos.
Reflexiones sobre el sufrimiento humano que ha generado esta situación, con crisis o si ellas tenemos los conocimientos precisos para hacer algo con respecto al hambre. También tenemos la capacidad de reunir dinero para resolver problemas que consideramos importantes. Trabajemos juntos para garantizar que el hambre sea reconocida como un problema esencial y así resolverlo. La Cumbre Mundial sobre la Alimentación propuesta por la FAO para noviembre del 2009 podría resultar fundamental a fin de erradicar el hambre.
Fuente FAO
agronor_1@yahoo.com.mx