La producción de energía a base de desechos orgánicos o cultivos que no sean básicos en la alimentación mexicana como el maíz y caña, le abrieron al piñón una gran oportunidad.
De acuerdo con información de Agrobio, organismo que concentra y representa a las empresas y centros de biotecnología en el País, detalla que en el estado de Chiapas se sembraron 6 mil hectáreas de piñón para extraer el aceite y generar biocombustibles.
Además, se construirá un centro donde se procese este cultivo y un Instituto de Bioenergéticos y Energías Alternativas (IBEA) para analizar más opciones además del piñón.
México cuenta desde el 2008 con una Ley de Bioenergéticos que promueve el uso y generación de energías alternativas al Petróleo y éstas pueden ser de desechos orgánicos o de cultivos que no pongan en riesgo la alimentación humana.
“El complejo bioenergético se construirá en el municipio de Cintalapa, a sólo una hora de la capital del estado e incluye dentro de sus operaciones la extracción de aceites, el biodiesel y alimentos balanceados, con capacidad de 20 mil litros diarios”, revela la información de Agrobio.
Agregan que esto representa una alternativa de reconversión productiva para los agricultores de Chiapas.
“Chiapas tiene un potencial de más de 900 mil hectáreas, aunque en la primera etapa que comprende del 2008 al 2012 sólo se echarán a andar 100 mil en las regiones Frailesca, Centro, Fronteriza, Sierra e Istmo Costa”.
Creen que se puede llegar a ese nivel porque se podrían rescatar todas las áreas que han sufrido deforestación, con lo que se ayudaría a la reactivación productiva, a la generación de empleos y a la restauración ecológica.
Karla Martínez
Periodista especializada en el Sector Agropecuario
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