El níspero es originario de China, su sabor es agridulce y refrescante, pero además se presenta como una potencial alternativa de producción frutícola.
Este fruto de color anaranjado, carnoso con sabor dulce, pero acido al mismo tiempo, también contiene vitaminas C, B y A, así como minerales importantes: potasio, magnesio y calcio.
El cultivo comercial del níspero requiere de un clima cálido, crece tanto en forma silvestre como en jardines. La primavera es el momento óptimo para su maduración y para elegirlos, deben cumplir unas normas básicas tales como estar enteros, con la pulpa y piel firme; sanos, exentos de materias extrañas visibles y de olores raros, entre otras.
Los nísperos se pueden consumir en fresco, en forma de mermeladas, jaleas, almíbar, confituras y utilizarse en repostería; también se puede preparar una especie de aguardiente o licor con sus frutos.
El níspero también tiene usos medicinales, por ejemplo, la fruta actúa como un sedativo y se consume para detener vomito y sed. Las flores se utilizan por tener propiedades expectorantes.
Existe gran cantidad de variedades o cultivares de níspero que se siembran comercialmente en diversos países. En México se cultivan principalmente las variedades: Tanaka y Argelino de las que se producen más de 90 toneladas al año y es el Estado de México el líder productor.