Cuando nos referimos a posicionar una marca hablamos de lo que se hace con la mente de los probables clientes; o sea, como podemos ubicar un producto en la mente de éstos.
El mayor enfoque que podemos darle es manipular lo que ya está en la mente, revincular las conexiones que ya existen. Debemos de recordar que cuando hacemos un anuncio publicitario, lo menos es más. La mejor manera de conquistar a mente de un cliente es con un mensaje muy simplificado para lograr la penetración de nuestra marca o producto en la mente del consumidor.
Cuando hacemos un anuncio publicitario debemos buscar dentro de la mente de nuestro cliente, no dentro de nuestro producto, debemos enfocar nuestra publicidad en el receptor.
Hoy en día existen tantos asuntos y problemas sociales que tenemos los canales congestionados, una fracción muy pequeña de mensajes logrará llegar al destino final.
La publicidad es tanta, estamos tan bombardeados de ella que inhibe nuestros sentidos impidiendo la asimilación del mensaje.
Debemos buscar palabras claves, comunicar lo esencial, lo importante, lo trascendente.
Hemos inventado tal cantidad de medios de comunicación como la televisión, la radio, los espectaculares, tableros, periódicos, revistas, anuncios en autobuses, camiones, tranvías metros, parcelas, taxis, internet, redes sociales, etc. Todo lo que se mueve lleva un mensaje, todo lo que no se mueve lleva un mensaje, hoy cada uno de nosotros somos un anuncio ambulante.
Cada día miles de mensajes publicitarios compiten por llegar a ganar un lugar en la mente de nuestros consumidores, la mente es un campo de batalla. La publicidad es un negocio en donde los errores pueden resultar muy caros.
Otra de las razones por las que un mensaje se pierde es la cantidad de productos que hemos inventado para atender nuestras necesidades físicas y mentales. Pensemos en la cantidad de productos alimenticios que hay en el mercado.
Los estudios han demostrado la existencia de un fenómeno denominado “sobrecarga sensorial”. Este estudio descubrió que la gente es capaz de recibir sólo una cantidad limitada de sensaciones, esta sobrecarga sensorial también se debe a que todo el mundo recurre a las promociones a través de la publicidad con el fin de obtener más dinero.
La mejor manera de penetrar en la mente del consumidor es siendo el primero en llegar, no necesariamente tenemos que ser los primeros que tienen x o y producto, tenemos que ser los primeros en ofrecer x o y novedad de ese mismo producto, tenemos que ser los primeros en tener un nombre que venda a la mente, no a la gente.