Editorial Revista TecnoAgro No. 87

NUEZ, INVERSIÓN VS DEMANDA

Desde que la agricultura existió en el mundo han habido cadenas de valor, eslabones que debemos seguir para llevar al éxito nuestro producto. Es exigente ir recorriendo peldaños: producción, almacenes, transporte, comercialización, exportación, y por último el consumidor. Esto merece una inversión consecutivamente en incremento, debido a la demanda generada por la población, la calidad, la industrialización, y las múltiples formas en las que se vende.

Cuando se crean tales cadenas, se va logrando una concentración de productos dirigidos a los consumidores, acompañados del flujo económico o monetario, el cual pareciera ir en sentido contrario. Dentro de esta serie de acciones habría que hablar del primer paso en la cadena de nogal, el cual significa producir a nivel comercial la nuez.

Estados Unidos y México son dos de los principales productores mundiales, en su conjunto alcanzan aproximadamente el 98% de la producción total. En nuestro país, las primeras plantaciones se realizaron en Nuevo León hacia 1904, dicho Estado para el año 2000 reunía más de 60 mil hectáreas a nivel nacional; posteriormente, tomaría la delantera el estado de Chihuahua como principal productor con el 59% de la superficie.

En Estados Unidos la producción de nuez pasó de 1000 toneladas en 1920 a 162 mil toneladas para el año 1999, resultado del alza en la demanda, cuya acción provocó que la cadena de producción fuera un poco más complicada. No obstante, cerca de 1950 el país norteamericano inició un aumento en el desarrollo de equipo comercial y de maquinaria para cosechar, vendería para ese entonces más del 80% de la producción, invirtiendo así en el tratamiento post cosecha.

Este tratamiento, es uno de los eslabones de la cadena más significativos, por lo que EUA fue logrando equiparar la venta de nuez junto con la demanda. Por su parte, México fue adquiriendo incremento en la producción de nuez, sin embargo el resto de los eslabones en la cadena no han sido tan tecnificados y, no se ha invertido lo suficiente en los procesos de post cosecha; con ello se refleja que hay menor cuidado en este peldaño y consecuentemente no se logra el abastecimiento de tecnología para conseguir compensar la demanda.

Como siempre lo he dicho, lo que va a hacer crecer a nuestro país, a nuestra agricultura y a la satisfacción de las necesidades de cada mexicano, será la inversión en tecnología, en aprendizaje, aquella inversión que nos lleve a la calidad. El apoyo de las autoridades, sí, pero pienso que si dejamos de desperdiciar el alimento, si creamos fuentes de trabajo justas y nos volvemos un país autosuficiente, podremos ganar un crecimiento económico en el área agrícola, tomando en cuenta que tenemos las condiciones climáticas idóneas para lograrlo.

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