De las hortalizas que se siembran en México, el chile es una de las más preciadas por su sabor y usos en diversos preparados y platillos. Como cualquier planta está expuesta al ataque de varios parásitos como insectos, hongos, bacterias y competencia con malezas y de éstos, el picudo del chile es una plaga altamente problemática y dañina al cultivo.
Por lo tanto, para el mejor manejo y control de este insecto es necesario conocer la biología y hábitos para establecer el mejor programa de control de acuerdo a las condiciones climáticas y ecológicas del lugar.
POTENCIAL DE DAÑO
El barrenillo del chile pertenece a la familia Curculionidae del orden insecta y es oriundo de México, su pariente más cercano y también altamente destructivo es el picudo del algodonero Anthonomus grandis. Es una plaga primaria y considerada la más peligrosa y dañina del chile, puede causar pérdidas de un 50% hasta la pérdida casi total del cultivo.
Las larvas son la principal fuente de daño al alimentarse de flores y frutos, haciendo galerías y destruyéndolos internamente. También el adulto causa daño al alimentarse y al perforar para depositar los huevecillos.
Problemas asociados al ataque del picudo originan reducción de la cosecha por la caída de botones florales y frutos; pérdida de la calidad del fruto por deformaciones; rechazo de chiles por daños o restos de insectos; invasión de plantas de chile aledañas o reinfestaciones.
Se ha observado que este picudo prefiere dañar los frutos pequeños tiernos de un tamaño entre 1 a 7 cm. de largo de las variedades pasilla, ancho y mulato.
DESCRIPCIÓN Y MORFOLOGÍA
El adulto del picudo del chile tiene un tamaño de 3.0 mm aproximadamente; es de color café grisáceo cubierto con una fina pubescencia amarillenta. Debajo de los élitros posee alas membranosas que le permiten dispersarse a plantas hospederas y/o cultivos aledaños o dentro del mismo cultivo.
El huevo mide medio milímetro y es de forma ovalada.
La larva típica de este curculiónido es ápoda, curva y mide entre 4.0 a 5.0 mm. de longitud y es de color blanco grisáceo y cabeza café con una seria de tubérculos pequeños a lo largo del cuerpo. Con ocho pares de espiráculos a cada lado.
La pupa mide 3.1 a 4.3 mm. de longitud y es de color amarillo pálido a oscuro según su desarrollo.
BIOLOGÍA Y HÁBITOS
En estado adulto el picudo inverna en plantas silvestres de la familia de las Solanáceas, en hojarascas, etc.
Las hembras después de se fecundadas por el macho, con la probosis realizan una perforación en el interior del ovario de las flores y en los frutos y posteriormente ésta se voltea y oviposita un huevecillo en el interior de cada orificio de estas estructuras. Cada hembra puede ovipositar de tres a seis huevos por día; una hembra en un periodo de dos meses puede producir de 100 a 300 huevecillos.
Los huevos eclosionan en un periodo de 4 a 5 días, la larva se desarrolla en 8 a 10 días y la pupa completa su desarrollo en 4 a 6 días. El ciclo completo de huevo al adulto puede ser entre 13 a 42 días (210 unidades calor) dependiendo de las condiciones ambientales, y se pueden presentar entre 3 a 8 generaciones al año.
MANEJO Y CONTROL DEL PICUDO DEL CHILE
El manejo integrado de esta plaga es otro caso típico donde las diversas medidas de acción intervienen en forma conjunta abatiendo la invasión y diseminación del insecto.
El control unilateral será, como siempre ha sucedido, un camino erróneo para la eliminación de esta plaga, de ahí que la detección de fauna benéfica contra el picudo debe evaluarse para conocer el nivel de depredación o parasitismo como es el caso de la avispita bracónida del picudo la cual realiza hasta un 30% de parasitismo.
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Monitoreo del picudo del chile.
La inspección del cultivo debe iniciarse en las orillas de los chilares al inicio de la floración que es cuando llegan los primeros picudos provenientes de hospederos alternos como algunas malezas de la familia de las solanáceas como S. melongea, S. trydinamum, S. nigrescens, Datura stramonium, Nicotiana alata, Physalis pubescens, etc.
Uso de trampas amarillas con feromonas (de agregación y/o alimenticias) o sin ellas colocadas cada 50 metros 2 semanas antes del inicio de la floración y revisarlas dos veces por semana para detectar la captura de los primeros barrenillos o picudos llegados de las malezas. En el monitoreo de deben observar los siguientes aspectos:
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Este debe realizarse al inicio de la floración.
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Revisar botones florales.
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Inspeccionar renuevos de hojas.
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Revisar flores.
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Inspección de frutos pequeños.
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Detección de frutos caídos con presencia de daño o picudo.
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Detectar daño por alimentación u oviposición.
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Control biológico
Los parasitoides que se han reportado para esta especie de picudo es la avispita Bracónida Triaspis eugenii y el Pteromálido Pteromalus hunteri.
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Control cultural
Es fundamental para la prevención y dispersión de este insecto. El deshierbe y eliminación de malezas reducirán la presencia de adultos invernantes.
Realizar destrucción de frutos ácidos y residuos de cosechas; destrucción de la rezaga; en lo posible rotación de cultivos.
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Control químico
La mejor manera de reducir la presencia del picudo por medio de tratamientos químicos es realizar aplicaciones de insecticidas en épocas críticas que corresponden al momento del inicio de la floración. El umbral económico varia de acuerdo a la zona agroecológica y se debe investigar los parámetros establecidos para los tratamientos químicos, empero, un valor usado en forma práctica es cuando se capturen 5 picudos adultos por cada 100 golpes de red; un adulto por cada 25 plantas revisadas o 5% de botones florales dañados.
Algunos insecticidas evaluados y efectivos contra el picudo incluyen los siguientes ingredientes activos:
Azinfós metílico, carbaril, clorpirifós etil, malatión, oxamil, thiacloprid, aluminofluoruro de sodio.