Las hierbas medicinales y su aplicación, son una oportunidad de mercado que podría extinguirse, ya que cada vez hay menos hierbateros y los jóvenes no quieren seguir con la tradición.
No sólo la medicina científica alivia malestares o enfermedades, sino que también las hierbas tienen cualidades curativas, pero hay que saber utilizarlas y también en qué condiciones crecen las hierbas.
A nivel nacional existen innumerables hierbas con poderes medicinales y en cada localidad los hierbateros son los expertos en el cuidado de las plantas y en los usos de cada una.
Este conocimiento ha sido transmitido de generación en generación, pero cada vez más los jóvenes se muestran renuentes a continuar con el aprendizaje.
Por ejemplo, en la Península de Yucatán, donde la cultura maya ha legado una infinidad de conocimientos hierbateros, los jóvenes ya no quieren continuar y son los ancianos, los expertos que saben cómo cuidar a las plantas.
Cortezas, hojas y raíces de diversas plantas y el conocimiento para hacer las mezclas, los hierbateros curan diversas enfermedades.
Las hierbas medicinales pueden producirse en los huertos de traspatio e incluso exportarse como sucede con las hierbas de especies, pero se requiere del conocimiento de sus efectos para recomendar el uso.
Hierbas medicinales como la hierbabuena para la digestión y cólicos, así como la manzanilla, o la naranja agria de donde se puede aprovechar la cáscara, las semillas y las hojas para diferentes remedios naturales.
El extracto de las hojas de esta naranja controla los nervios, la cáscara es benéfica como repelente de mosquitos, en jugo funciona para la bilis y sus semillas son la base para producir insecticidas.
Y por supuesto que existen otro tipo de hierbas dependiendo de la entidad federativa en la que crecen las plantas.
Esta oportunidad significa rescatar tradiciones, regresar a los elementos básicos de curación y una oportunidad de negocio para quienes lo desarrollan.
