En forma semejante, la producción de maíz con sistemas de riego rodado de José Antonio Solís Hernández del valle de Queréndaro pasó de 5.5 a 7.6 toneladas por hectárea en el primer año de trabajo (50% mayor productividad) con agricultura de conservación y, actualmente, es de 11 toneladas por hectárea, lo que representó duplicar su productividad respecto a 2009. Por su parte, los hermanos Rafael y Rubén Ortiz Arroyo obtuvieron 17 toneladas de maíz por hectárea en su rancho de Cuitzeo gracias al uso de técnicas agrícolas sustentables y del riego por goteo.
Los productores señalan, además, que la agricultura de conservación les ayudó a reducir, desde un principio, su consumo de agua, combustible y fertilizante, por lo que sus gastos de producción por hectárea disminuyeron entre 2,500 y 3,000 pesos. Este ahorro les ha permitido probar y sembrar semillas de alta calidad, mejor adaptadas a su entorno, en parcelas cuya extensión no supera las 50 hectáreas.
Silvia Hernández, responsable de la ejecución del componente Desarrollo Sustentable con el Productor, de MasAgro, en la región Bajío (que incluye a Michoacán, Guanajuato, Jalisco y Querétaro) señala que los agricultores del valle Morelia – Queréndaro se han convertido en ejemplos a seguir para los productores de su comunidad. Sus predios están integrados a la red de MasAgro y fungen como módulos demostrativos de prácticas sustentables. Por tal motivo, cuentan con el respaldo de técnicos certificados en agricultura de conservación y colaboran con la organización de actividades y días demostrativos que permiten incrementar el área de extensión del programa.
Al respecto, el Dr. Omar Musalem, Coordinador de Asesores del Secretario Francisco Mayorga, señaló que a través de MasAgro la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) promueven la agricultura de conservación, el uso de semilla de calidad y la integración de mercados agrícolas locales para incrementar 85% la producción nacional de maíz de temporal y 10% la de trigo en 10 años. La agricultura de conservación elimina la quema de rastrojo, evita al máximo la remoción de residuos y fomenta la rotación de cultivos asociados para retener la humedad en el suelo, evitar su degradación y reducir así el uso de fertilizantes químicos y plaguicidas. En suma, concluye Musalem, esta técnica ayuda a mantener rendimientos altos y estables en años de poca lluvia y a mejorar el ingreso de pequeños productores como los de Michoacán, con un menor impacto al medio ambiente.
Cabe destacar que en el Estado de Michoacán se prueban otras tecnologías y prácticas sustentables, además de Agricultura de Conservación, algunas son:
• Uso de biofertilizantes (hasta 50% de los requerimientos)
• Tecnificación del riego
• Variedades adaptadas a la región
• Control de plagas y enfermedades
• Análisis de suelo
• No quema
En abril de este año se lanzó el Programa, que tiene como objetivo fundamental incrementar el rendimiento de maíz y trigo en un plazo de 10 años, esto en respuesta a las circunstancias mundiales en el tema de la alimentación.
Uno de los componentes de este Programa es el Desarrollo Sustentable con el Productor, cuyo elemento fundamental es la habilitación de plataformas y módulos demostrativos, enfocados a sistemas específicos de producción, que integran a todos los actores de la cadena productiva en la búsqueda de soluciones a los retos de la agricultura.
También promueve el incremento de áreas de extensión, en donde se adoptan las tecnologías y prácticas que se prueban en las plataformas y módulos.