L. perenne (Lolium perenne ssp. multiflorum (Lam.) Husnot), mas conocido por su denominación inglesa como Rye grass y poco menos por la denominación italiana Ballico, es originario de la región del Metierráneo.
Llego a nuestro país a principios del siglo pasado, originalmente su uso fue como planta ornamental, aprovechándose como forraje a partir de lo los años 50´s. Se le considera una exótica naturalizada.
Distribución
A nivel mundial se encuentra distribuido en las zonas templadas, con inviernos sin heladas. Su hábitat son los bosques de pino-encino, pastizales y matorrales espinosos.
En México lo podemos encontrar en los estados de Aguascalientes, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Durango, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, San Luís Potosí y Zacatecas, Baja California Norte, Distrito Federal, Hidalgo, Estado de México, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Sinaloa, Tlaxcala y Veracruz. Hasta una altitud de 2,400 msnm.
En el caso de Sonora, gran parte de la superficie de tierras de riego se destina a la producción de este forraje para pastoreo, ya que presenta resistencia al pisoteo con una buena recuperación un alto valor nutritivo.
Producción Nacional
De acuerdo con datos del SIAP (2008), en nuestro país destacan en superficie de cultivo destinada a este forraje los estados de Sonora con 8,139 hectáreas, Baja California con 4,561 y Chihuahua con 2,349. En el estado de Puebla y en el Distrito Federal se cuenta con superficie de cultivo de temporal, el primero con 70 ha y el segundo con 157 ha.
El estado de Puebla, donde se tienen superficies de cultivo de riego y temporal, ha reportado los mas altos rendimientos de 70 ton/ha, seguido por el Estado de México con 66.138 ton/ha y Tamaulipas con 57.421 ton/ha
Descripción
- Hábito y forma de vida: Planta herbácea anual, bianual o perenne.
- Tamaño: De hasta 1 (1.3) m de alto.
- Tallo: Cespitoso (forma matas aglomeradas), erecto o doblado en los nudos, cilíndricos.
- Hojas: Vainas foliares con aurículas (orejas) conspicuas hacia el ápice; lígulas de 1-4 mm de largo; lámina de hasta 22 cm de largo y 8 mm de ancho, lisas en el envés, opacas y ásperas en el haz. Coloración verde oscuro, tierno, suculento de buen valor nutricional.
- Inflorescencia: Espigas dísticas, comprimidas, erectas, de hasta 35 (45) cm de largo.
- Espiguilla/Flores: Espiguillas solitarias, sésiles, alternas, de 10 a 20 mm de largo, con 4 a 22 flores; glumas de 5 a 10 mm de largo, 5 a 7 nervadas, la inferior ausente, la segunda opuesta al ráquis y más corta que la mitad de la longitud de la espiquilla; lema de 4 a 8 mm de largo, 5-7 nervada, redondeada en el dorso, de bordes algo ásperos, con arista subapical de 0 a 15 mm de largo; palea ± de la misma longitud que la lema.
- Frutos y semillas: Semilla de ± 4 mm de largo, con barbas de longitud variable.
Su crecimiento se da en manojos o macollos durante el invierno y primavera. La producción de tallos subterráneos origina nuevos brotes, lo que le permite una rápida cobertura.
Su ciclo de vida normal es de una planta anual, pero dependiendo de la variedad y del manejo que se le dé puede llegar a durar de 3 a 4 años, considerándose como una perenne de vida corta.
El rendimiento nutricional del Rye Grass anual es superior al del perenne, con un contenido de proteína cruda del 15 al 18 por ciento y de un 70 a 80 por ciento de digestibilidad, por lo que el primero es más usado. Su valor forrajero supera las necesidades nutricionales durante las distintas etapas de desarrollo del ganado.
Se ha reportado que el Rye grass contiene mas hidratos de carbono que la avena forrajera, además de que bajo condiciones optimas de humedad y nutrientes tiene una tasa de crecimiento superior. Por lo que se obtiene una buena producción de leche y carne en ganado alimentado con Rye grass anual. Este forraje, por su contenido de hidratos solubles, y alto valor proteico (entre 16 y 20 %) es considerado después del maíz como un excelente material de ensilaje.
En el caso de este forraje, las limitantes para la obtención de una producción comercial, son deficiencias en la fertilización o un mal manejo en la rotación de los potreros.
Requerimientos agroclimáticos
Aún cuando se considera que esta cyperacea tiene un amplio rango de adaptación, se desarrolla mejor en suelos con fertilidad media, de textura arcillosa, franca o arenosa con buen drenaje, ya que es susceptible al exceso de humedad.
En general la producción del Rye grass se desarrolla bajo condiciones de riego, solo en el Distrito Federal y Puebla (SIAP, 2008) se tienen producciones bajo temporal, por lo que la principal condicionante para su establecimiento es el clima, ya que el proceso de germinación requiere de temperaturas bajas, no siendo adecuados los sitios con inviernos cálidos.
Siembra
Por el pequeño tamaño de las semillas, es conveniente que el terreno tenga una buena preparación, para lo cual se recomienda un barbecho y rastreo cruzado. Debido a que presenta susceptibilidad al exceso de agua, es importante que las tierras de cultivo se encuentren niveladas.
Las semillas tienen poca latencia, presentando una alta tasa de germinación. El ganado vacuno actúa como dispersarte, ya que muchas semillas no son afectadas al pasar por el tracto digestivo.
La época de siembra con mejores condiciones climáticas para la germinación es de mediados de septiembre a mediados de octubre. De pasarse de esta fecha se reduce el tiempo de disponibilidad de la pradera, que será de de finales de diciembre a mayo, pudiendo extenderse a junio.
La densidad de siembra varía de 20 a 30 kg por hectárea, esto dependerá de la época en que se realice, si esta es durante las fechas optimas se requiere de 22 a 25 kg, en siembras tardías se necesitara de 30 a 35 kg.
Dependiendo de los recursos disponibles la siembra puede ser manual, al voleo o con maquinaria. La profundidad recomendada va de 1 a 1.5 cm.
En algunas regiones se han tenido buenos resultados con sembradoras de labranza mínima o de conservación, reportándose una reducción de hasta el 20 por ciento de semilla por hectárea, en la misma operación de siembra se tapa y aplica el fertilizante. Esto permite una mayor conservación del suelo.
Una de las variedades que se cultivan al norte de México es la Tetraploide, ya que presenta una buena adaptación a las diferentes condiciones de las zonas forrajeras.
Riego
La frecuencia de los riegos estará determinada por la textura del suelo y su consecuente efecto en la retención de humedad, mientras que en los arenosos se requerirá de mayor frecuencia por su poca retención, el riego tendrá que ser más espaciado en los arcillosos, para evitar la formación de una capa dura superficial.
En términos generales se puede recomendar después de la siembra aplicar el primer riego, aún cuando este debe de ser pesado, se tiene que tener precaución en los riegos por gravedad de que estos no arrastren la semilla. Entre los 8 y 11 días posteriores se aplica el segundo riego, el tercero después de 10 a 15 días y el cuarto entre 15 y 20 días. Una vez que se encuentra en utilización la pradera, dependiendo del tipo de suelo y clima, se recomiendan 2 riegos durante los períodos de descanso.
Fertilización
Este forraje demanda un alto suministro de nitrógeno. La fertilización recomendada para la pre siembra es 80-60. La aplicación puede ser con el riego (fertilizantes líquidos) o al voleo (fertilizantes granulados), incorporándose al suelo con el riego.
La cantidad de nitrógeno aplicado en la pre siembra dependerá de si se encuentra dentro de las fechas recomendadas para la siembra y la temperatura, en caso de que la siembra sea tardía y se presenten heladas tempranas que bajen las temperaturas, la dosis de nitrógeno se reduce a la mitad.
La frecuencia de fertilización se realiza después de cada corte o pastoreo, que es aproximadamente entre 25 y 30 días, entre 50 y 60 kg de nitrógeno por hectárea.
Control de malezas
Como pasto invernal tiene poca competencia con malezas, pero en caso necesario se recomienda la utilización de herbicidas selectivos para hoja ancha, evitando que las malezas rebasen los 15 de altura y el Rye grass tenga mas de 20 cm, la pradera debe dejarse descansar de 35 a 40 días, para evitar intoxicaciones del ganado. Las malezas de mayor importancia económica Mostaza, Girasol, y Chual o Quelite
Usos
Entre los 60 y 70 días después de la siembra, se alcanza la altura recomendada para el primer pastoreo que es entre 25 y 30 cm, aunque se considera como una mejor altura entre 35 y 40 cm, para permitir un buen establecimiento de la pradera. Se debe de cuidar que los cortes no sean inferiores a los 5 cm, para evitar daños a las plantas.
Como se menciono anteriormente el Rye grass tiene un excelente valor nutricional, lo que acompañado de un alto rendimiento permite que sea utilizado tanto para producción de carne como de leche en pastoreo. Su capacidad de carga equivale de 8 a 10 unidades animal por hectárea. De acuerdo con un reporte de la FAO, investigaciones realizadas por el INIFAP, en el estado de Chihuahua han obtenido buenos resultados con 13 unidades por hectárea. Esto lo han logrado en praderas de riego, con un sistema de 30 días de descanso por 6 de pastoreo.
Plagas y enfermedades
Este forraje no tiene problemas especiales por las plagas, mas sin en cambio si se ha detectado en algunas regiones cultivos afectados por roya o chahuixtle, pero los daños son mínimos, por lo que no se recomienda un control químico.
Mejoramiento genético
La tendencia mundial en el desarrollo de cultivares de este forraje, va encaminada a ciclos de producción calidad de forraje y resistencia a enfermedades de hoja. Mientras que en algunos lugares se buscan cultivares de ciclos largos de producción, en otros se busca que tengan alta producción invernal y ciclos mas cortos.
Redacción TECNOAGRO