Biotecnología para el control de Plagas
La investigadora Isabel Gómez del Instituto de Biotecnología de la UNAM, realizo un estudio sobre los mecanismos de toxicidad de las proteínas Cry.
Las proteínas Cry, se encuentran en las bacterias Bacillus thuringiensis, las cuales se han venido usando exitosamente a nivel mundial en el control de insectos plagas de algunos cultivos agrícolas, especialmente en los transgénicos.
Bacillus thuringiensis son considerados organismos cosmopolitas, lo que les confiere un gran potencial en el desarrollo de bioinsecticidas.
El conocimiento sobre los mecanismos de acción de estas toxinas, permitirá el desarrollo de una nueva generación de bioinsecticidas, que encuentran un interesante campo de acción dentro de la biorremediación, por su especificidad de acción en los organismos a los que va dirigido, con lo que no se afecta ni el medio ambiente ni la salud humana.
Este trabajo tiene como antecedentes, investigaciones que se iniciaron hace dos años con la finalidad de conocer la ruta que seguía la toxina al entrar al intestino del insecto, esto permitió el diseño de una proteína que ya no depende de los primeros receptores.
Cabe mencionar que por estas investigaciones la Dra. Gómez, es acreedora al premio que otorga en el presente año la Sociedad Mexicana de Biotecnología y Bioingeniería.
Para la investigadora, el desarrollo de bioinsecticidas tiene un gran campo de acción dentro de la biorremediación.
Gracias a las investigaciones previas, se obtuvo un mayor conocimiento de los mecanismos moleculares que activan la toxina en el interior del insecto, con esta información la toxina puede ser mejorada, además de permitir a los investigadores adelantarse en el proceso natural de resistencia que estos artrópodos desarrollan hacia los insecticidas. Esto ultimo es de relevante importancia, ya que de acuerdo con lo pronosticado con las primeras plantas transgénicas, ya se cumplió el plazo para la aparición de insectos que han logrado desarrollar inmunidad contra estas.
En la actualidad la línea de investigación va dirigida al aislamiento de los genes encargados de codificar este tipo de toxinas. Estos son obtenidos de ADN purificado y clonado en laboratorio, a partir de material extraído del intestino de los insectos. El objetivo es buscar las diferencias entre las secuencias y de esta manera identificar las relacionas con la especificidad.
Redacción Tecnoagro
