Vicia faba L, muchos usos, poco aprovechamiento

Las habas, cuyo nombre científico es Vicia faba L., pertenecen a la Familia Leguminosae, subfamilia Papilionoidea. Son plantas anuales de porte erecto que presentan sistema radicular muy desarrollado.

Un poco de historia

Se sabe que Vicia faba L, es cultivada desde el Neolítico, en la cuenca del Mediterráneo. Originaria de Asia Menor y del Norte de África, ha servido por miles de años como fuente de alimento humano y animal a numerosas culturas, insertándose con diferentes simbolismos en las mismas.

 

Para los egipcios, las semillas de haba escondían el alma de los difuntos, tradición que se perpetuó con los romanos, quienes las consideraban un alimento funerario, a la fecha los italianos consumen un dulce elaborado especialmente con habas para el día de muertos. En Europa, llegó a hornearse pan con harina de esta leguminosa cuando el trigo escaseaba. Se cree que el muñeco en la rosca de reyes es una reminiscencia de las fiestas romanas, donde se entregaba un haba al elegido como rey de la fiesta.

Importancia Sociocultural

A través de los años, este cultivo que ha viajado por los diferentes continentes, ha adquirido importancia mundial por la diversidad de aprovechamientos que tiene. No sÓlo es apreciado por la fuente de dividendos que representa, también juega un papel relevante en la cultura rural de América Latina. Considerado en algunos lugares como estratégico para la sustentabilidad de zonas agrícolas de escasos recursos.

De acuerdo con la FAO, las migraciones del medio rural a las ciudades, están propiciando entre otros fenómenos, la pérdida de conocimiento sobre la cultura agrícola de pueblos indígenas, lo cual afecta a cultivos tradicionales ya sean nativos o introducidos, como en este caso del haba, que por cientos e incluso miles de años han constituido la base de la alimentación de grupos socialmente vulnerables, afectando la soberanía alimentaria principalmente de países en vías de desarrollo.

El cultivo de haba no es ajeno a este fenómeno en América Latina, donde la superficie de siembra ha ido disminuyendo. De ahí la importancia de tratar de perpetuar tecnologías tradicionales que han permitido un desarrollo agrícola armonioso entre estos pueblos y su medio ambiente.

Lo anterior nos plantea una interesante alternativa en cuanto al proceso para la obtención de alimentos, de una población en constante crecimiento, no es necesariamente a través de la introducción de nuevas tecnologías agrícolas, en algunos casos será necesario, pero en otros basta con preservar lo que ya se tiene. Aun cuando la producción de algunos cultivos, es básicamente para autoconsumo no se debe descuidar la importancia de hacerlos rentables.

A través de diversos programas en América Latina, la FAO busca la perpetuación y en algunos casos la recuperación de culturas agrícolas endógenas, que tomen en cuenta la conservación de suelos, el manejo de agua, la biodiversidad de cultivos y tecnologías de transformación.

En nuestro país, un grupo de investigadores del Colegio de Postgraduados, Díaz et.al., realizaron una investigación sobre el conocimiento campesino en la selección de variedades de haba, ya que es a través de los caracteres elegidos que se va orientando el mejoramiento genético. El conocimiento adquirido se ha ido transmitiendo de generación en generación, enriqueciéndose con la experiencia personal y las demandas de cada época.

Ha sido a través de las prácticas realizadas por los campesinos que se ha preservado el material genético, lo que ha significado un valioso acervo de conocimiento sobre las características que resultan idóneas, al momento de seleccionar las semillas. Lo anterior concuerda con lo expresado por Toledo, 1991, en lo referente a la memoria, como el recurso campesino más importante, que se expresa como una síntesis histórica de conocimiento local. Conocimiento, que por sí mismo tiene el potencial de convertirse en un recurso agrícola que permita un óptimo aprovechamiento de un cultivo bajo determinadas condiciones agroecológicas o simplemente para corresponder a la demanda de características fenotípicas por parte del consumidor.

El aprovechamiento que le dan los campesinos a este cultivo, hace de gran interés retomar los conocimientos que han adquirido al respecto. Además de ser usadas como alimento humano, forraje y abono verdes, esta planta como todas las leguminosas, desempeña un papel importante en la fijación de nitrógeno. A través de las prácticas agrícolas no sólo se ha logrado un mejoramiento genético, también se ha contribuido a la preservación de los agroecosistemas mediante el papel que juegan en la rotación de cultivos con maíz y frijol.

 

El haba en el Mundo

México se encuentra entre los 9 principales países productores a nivel mundial, lista encabezada por Argelia y China.

El valor del nivel proteico y energético de esta leguminosa, la colocan en un lugar de importancia a nivel mundial en las comunidades rurales de climas templados a fríos, ya que es una valiosa fuente de proteína en lugares donde no se consume carne. En el caso de América del Sur, Perú destaca por la superficie que le destina a este cultivo.

Su demanda no se limita a las zonas rurales, este producto en seco forma parte de la cultura culinaria europea, lo que le confiere un potencial nicho de mercado de exportación a los países productores. Hay que recordar que esta región es la principal demandante de productos orgánicos.

Producción de haba en México

En nuestro país el principal estado productor de haba para grano es Puebla, por lo que es en este estado donde se centran las principales investigaciones sobre variedades existentes. El segundo lugar en cuanto a superficie cultivada lo tiene Veracruz seguido por Tlaxcala. Los rendimientos más altos corresponden a Sonora con una producción de 2.500 toneladas por hectárea de riego, los más bajos se dan en Zacatecas con .539 toneladas por hectárea de temporal.

El Estado de México destaca en la producción de haba verde, seguido por Puebla y Tlaxcala. El rendimiento más alto se da en Morelos con 8 toneladas por hectárea de riego y el más bajo en Veracruz con 1.003 toneladas por hectárea de temporal.

Usos

Esta leguminosa presenta una gran diversidad de usos, debido al aprovechamiento que se le puede dar a toda la planta. Puede ser consumida en fresco, seca, tostada, sola o con chile. En ocasiones se aprovecha no sólo los granos, también las vainas. Las habas se someten a procesos agroindustriales para deshidratarlas, congelarlas o procesadas en harina, crema o pinole.

En algunos países orientales, se usan en la preparación de postres, en Japón la harina de haba se mezcla con chocolate.

La alimentación animal también se ve beneficiada con esta planta de tan variados aprovechamientos, ya que su follaje es usado como forraje.

En medicina tradicional también se reconocen las propiedades y beneficios que aporta, no sólo su consumo, la harina es aplicada en casos de quemaduras producidas por agua hirviendo y se recomienda en forma de cataplasmas para problemas de hernias.

Infusiones hechas de flores de haba tienen propiedades diuréticas, depurativas y antirreumáticas.

El consumo de haba es recomendado para enfermos de alzhéimer, bajar el colesterol e incluso como afrodisiaco.

Propiedades Nutricionales

Al margen de lo anterior son innegables sus propiedades nutricionales, por cada 100 gramos de habas tiernas encontramos un 7% de proteína, 11.3% de hidratos, 26 mg de calcio, 98 mg de fosforo, vitaminas C, A, P, E y K. En el caso de las habas secas el contenido nutricional es superior, tienen 300 calorías, contra 74 de las habas tiernas, lo mismo se ve reflejado en contenido de proteínas 23 %, con un 55% de hidratos, 90 mg de calcio y 380 mg de fosforo, la excepción es la presencia de vitamina C, siendo inferior en las habas secas (5 mg) en comparación de las habas tiernas (25 mg).

Existe un porcentaje de la población que tienen restringido el consumo de esta leguminosa, ya que padecen de favismo, siendo alérgicos incluso al polen de las flores de esta especie.

Requerimientos Agroecológicos

Se considera que se desarrolla bien con temperaturas uniformes en climas templados cálidos, por lo que en lugares con altas temperaturas su siembra se realiza durante la primavera.

El suministro de agua es importante para su cultivo, especialmente durante las etapas fenológicas que van de floración a llenado de vainas.

Es una planta poco exigente en relación a las condiciones del suelo, siendo los más convenientes los arcillosos silicios o calizos, profundos y bien drenados. Presenta cierta tolerancia a la salinidad.

En los Valles de la Mesa Central, el haba se cultiva entre los 1800 y 3000 msnm, desarrollándose bien aun con la presencia de heladas, esto último gracias a la selección de semilla realizada por generaciones de campesinos.

Plagas y Enfermedades

Entre las principales malezas que afectan a este cultivo se encuentra el Jopo (Orobanche crenata Forssk), esta fanerógama parásita, es de un metro de altura, su coloración es amarillo rojiza o violácea. Sus inflorescencias terminales pueden ser de hasta 150 flores. El daño lo causa al fijar sus haustorios en las raíces de las habas, robando los nutrientes, ocasionando abortos de flores y frutos raquíticos, llegando a secar a las plantas. En lugares donde las infestaciones son fuertes puede ocasionar la pérdida total del cultivo.

Su control además del químico, se basa en rotación de cultivos, empleo de genotipos resistentes, así como de la eliminación de la maleza antes de su fructificación.

 

El pulgón negro de las habas, Aphis fabae Scop es una de las principales plagas que afectan la producción de esta leguminosa. De jóvenes son color verde y se van oscureciendo hasta ser negro mate de adultos, tienen una longitud entre 1.5 y 1.3 mm, presnetando antenas cortas. Sus daños pueden ser directos o indirectos. Sus picaduras afectan de forma directa a la planta, provocando abarquillamiento de las hojas. Afecta indirectamente al desarrollo del cultivo al segregar una mielecilla. Las condiciones óptimas para su desarrollo se dan a temperaturas de 26º C con 60% de humedad relativa.

Para su control, se recomienda el uso de trampas cromáticas amarillas, retirar malezas y restos del último cultivo, así como tratamientos tempranos para limitar el crecimiento de las poblaciones.

 

Otra plaga es el escarabajo Sitona (Sitona lineatus L.), se identifica su presencia por la forma tan particular que deja al alimentarse de los bordes de las hojas. En este caso, el daño no sólo es causado por los adultos, las larvas dañan los nódulos de Rhizobium, impactando la productividad al reducir la fijación de nitrógeno.

Su control se basa en aplicaciones de insecticidas de contacto dirigidos al follaje

 

El Trips del guisante (Kakotrips robustus Uzell), provoca daños en las vainas, deformándolas, los lugares donde pica se tornan plateados. La hembra adulta mide 1.8 mm, es de coloración negra. Se refugia en hojas jóvenes. Con una a lo máximo dos generaciones anuales, deposita los huevos en los estigmas de las flores. La incubación se da entre 7 y 10 días. Las larvas pasan al suelo donde hibernan hasta la primavera, que es cuando atacan a los cultivos.

 

El Mildiu (Peronospora viciae (Berk.) Gaumann), se caracteriza por manchas marginales en las hojas. Causando daños en la producción al secarse éstas. Se recomienda un control preventivo. Los fungicidas se deben aplicar a las primeras manifestaciones de la enfermedad. Este hongo prolifera con la humedad, por lo que en época de lluvias se debe reforzar su control.

 

La Roya (Uromyces fabae (Pers.) De Bary) afecta básicamente hojas y tallos, manifestándose con manchas pulverulentas de esporas de aspecto herrumbroso. Estas lesiones locales se producen por el rompimiento de la epidermis. Se controla con fungicidas.

Mejoramiento Genético

Uno de los problemas a los que se enfrentan los productores de haba, es a la existencia de pocas variedades mejoradas resistentes a enfermedades. De acuerdo con datos de la Secretaria de Desarrollo Rural, en México existen variedades que son desconocidas en otros países, afortunadamente ya se están realizando estudios sobre la diversidad genética.

En América del Sur se han desarrollado variedades mejoradas como cultivos de verano para las zonas altas, en los valles templados el mejoramiento genético va orientado a ser introducidas como cultivos invernales y en verano como variedades precoces. Para las zonas altas se busca que sean de grano grande y que se adapten a altitudes entre los 3,000 y 3,600 msnm.

Rotación de Cultivos

La rotación de cultivos con papa, cebada, frijol y haba, a demostrado ser efectiva para disminuir problemas fitosanitarios. La combinación de estos cultivos también resulta efectiva para mejorar la calidad de los suelos. Dado lo anterior, además de aumentar la productividad resulta muy conveniente para practicar una agricultura sustentable.

Problemática del cultivo

La poca investigación en el área de mejoramiento genético repercute en baja productividad, ya que la mayor parte de campos cultivados, son con variedades criollas. Por lo que la investigación genética tiene un nicho de oportunidad, en una especie de la que ya se cuenta con información documentada referente a las características genéticas que han sido seleccionadas por generaciones de agricultores, lo cual representa de un gran potencial de aprovechamiento.

Otro punto que a decir de los investigadores limita a este cultivo, es el hecho de que el descascarillado se realiza en forma manual, por lo que es muy lento.

Otros puntos de oportunidad para este cultivo, son las variadas posibilidades de transformación agroindustrial, que tienen demanda tanto nacional como internacionalmente, por lo que los mercados de exportación se presentan como una atractiva oportunidad de mejorar los ingresos de los productores.

Ing. Agr. Norma Ordoñez

agronor_1@yahoo.com.mx

 

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