En España la investigadora Andrea Molina Azcona desarrollo como parte de su tesis doctoral una vacuna para combatir el parvovirus canino.
Esta enfermedad provoca un cuadro de gastroenteritis hemorrágica que puede llegar a complicarse con una miocarditis. Esta enfermedad que se presenta principalmente en cachorros tiene un alto índice de mortalidad.
A la fecha la vacuna ha sido probada en ratones se espera inicar su evaluación en cachorros a partir del presente año.
La vacuna desarrollada por la investigadora se creo a partir de plantas de tabaco, mediante la transformación de sus cloroplastos. Entre la factibilidad que presenta, es el alto rendimiento, ya que a partir de una
planta se fabrican 500 unidades de fácil comercialización.
De manera convencional la vacuna contra el parvovirus se produce con virus atenuados, la variante que propone la investigadora española es el uso de proteínas producidas por plantas transgénicas de tabaco. En lugar de modificar el DNA de los núcleos de las células, se modifica el DNA presente en los cloroplastos al que se le introduce el gen de la proteína. El hacer la transformación a partir del genoma de los cloroplastos presenta ventajas de aplicación biotecnológicas. A partir de esta metodología se obtiene un alto índice de la proteína buscada (31 por ciento). Por otro lado, las variaciones inducidas en estas plantas transgénicas, no se dispersan, ya que el polen no contiene cloroplastos.
En esta investigación se expresó en cloroplastos de tabaco el péptido 2L21, que confiere protección en perros frente al parvovirus canino (CPV), fusionado con dos proteínas coadyuvantes: la subunidad B de la toxina del cólera (CTB) y la proteína de fluorescencia verde (GFP). Además del alto porcentaje de expresión de proteínas, se pudo corroborar la estabilidad de las proteínas de fusión tanto en hojas jóvenes como viejas.
En la investigación también se considero la vida post cosecha, obteniéndose buenos resultados en cuanto a perdidas no significativas de la proteína recombinante, en tabaco almacenado por 7 meses a temperatura ambiente, esto se logro liofilizando hojas pulverizadas.
Desde el punto de vista comercial esta investigación también resulto exitosa, por el alto porcentaje de antígenos obtenidos, lo que permitirá generar vacunas con poco material vegetal, que al ser liofilizado podrá ser fácilmente encapsulado.
Redacción TECNOAGRO
