TECNOAGRO tuvo la oportunidad de platicar con la Dra. María Elena Quintana, quien amablemente nos comentó sobre su último trabajo de investigación.
El proyecto de investigación en el que se encuentra trabajando la Dra. María Elena Quintana es sobre Regeneración in vitro de cebolla, enfocó su trabajo en la cebolla, por ser una hortaliza muy conocida y consumida. Su importancia radica en que es un cultivo con una historia milenaria; existen registros que desde el año 3000 A C, se consume por sus grandes propiedades medicinales y por su excelente sabor como condimento en algunos alimentos, teniendo una importante tendencia al aumento en su adquisición, al grado de ser la segunda hortaliza que se cultiva en el mundo. Dentro de los países latinoamericanos, México destina una importante superficie a su cultivo. La cebolla forma parte de la dieta humana en todo el mundo, y su consumo va en incremento.
Dado lo anterior, consideró importante iniciar estudios de micro propagación en cebolla, con la finalidad de generar un material propicio para posteriores transformaciones genéticas, que permita transitar por un camino alterno del mejoramiento tradicional y acceder a un mejoramiento genético más rápido.
Para la Dra. Quintana es importante, que a la cebolla como a cualquier otro cultivo, se le dedique tiempo de estudio, para poder contar con métodos reales que reduzcan el tiempo de producción y costos. Este fue el punto de partida que definió la principal línea de investigación, que consistió en el establecimiento de un sistema de regeneración in vitro para cultivares de cebolla que se producen en México.
El objetivo principal era la búsqueda de otra opción alternativa de mejoramiento sin dejar atrás los métodos tradicionales, debido a que la biotecnología es un complemento para lograr un mejoramiento genético. Una vez que se obtienen mejoras a nivel biotecnológico, se tiene que retomar los métodos tradicionales para llevar a cabo hibridaciones y así continuar produciendo generaciones con características deseables para el productor, por lo que el cultivo in vitro desde el punto de vista de la investigadora, es una herramienta importante. En este caso, trabajó con dos cultivares, Cristal y Toro de los que se tienen registros de producción en algunos de los estados del centro y sur de México. Y que presentan características deseables, los dos son cebollas blancas.
La investigación se inicio comparando la capacidad morfogenética y de regeneración de los dos cultivares. Una vez que se estableció el sistema de regeneración, se notaron diferencias muy importantes debidas a las características genotípicas de los cultivares, el Toro mostró una mayor sensibilidad a la regeneración. En el caso de Cristal se obtuvo una mayor producción de plantas, llegando a producir hasta 19 plantas por explante. En el caso del Toro el número fue menor, de 4 a 5 plantas por explante. Ahí se pudo apreciar que dentro de los cultivares la capacidad de regeneración es muy variable. Esto abrió la pauta para seleccionar aquellos cultivares que tienen un mayor potencial de regeneración y enfocarse a ellos, y una vez analizado este punto, ver si tienen alguna otra característica agronómicas deseable que permita seguir profundizando en el conocimiento de las particularidades de estos cultivares, y así posteriormente buscar un mejoramiento genético con otras variedades que posean otras características y en un momento dado poder combinarlos y generar un cultivar potencialmente mejor.
Hasta el momento la investigación no ha sido llevado a campo, ya se obtuvieron plantas in vitro conociéndose su respuesta bajo condiciones de invernadero. A partir de este punto hay que empezar a seleccionar de una gama más amplia de cultivares que se siembran aquí en México, identificar los que son mas aptos para la regeneración in vitro.
De acuerdo con la Dra. Quintana, el mejoramiento genético de la cebolla ha quedado muy estancado en México, lo que limita a los productores, quienes dependen de semillas de importación para poder cubrir la demanda que tiene el cultivo. Por lo que a través de su investigación, se busca la generación de cultivares propios que sean más aptos para las condiciones presentes en las regiones productoras de esta hortaliza en nuestro país. Dicho lo anterior, sin dejar de reconocer que existen cultivares que se han adaptado. Cuando se inicio este trabajo existía muy poca información sobre investigaciones realizadas en México, referentes al cultivo de tejidos de cultivares de cebollas producidas en el país, lo que denota que es un campo de estudio que se ha tenido muy abandonado.
Es conocido que entre los principales problemas a los que se enfrentan todos los cultivos son la presencia de plagas y enfermedades, además de la sensibilidad al medio ambiente. Con esta línea de investigación se busca desarrollar variedades de cebolla resistentes a enfermedades, la cuales llegan a propiciar pérdidas de hasta un 100 por ciento, como es el caso de la pudrición blanca (Sclerotium cepivorum).
Le pedimos a la Dra. Quintana que a su parecer cuales serían las recomendaciones que les daría a nuestros jóvenes lectores que quieren iniciarse en el camino de la investigación, a lo que amablemente nos comentó que la investigación es un reto, el dedicarse a ella implica muchos obstáculos que hay que ir brincando. Entre ellos, el hecho de que en México existe un porcentaje muy bajo de investigadores, sumándole a esto los pocos recursos que se destinan a esta área, situación que limita aun más este campo de trabajo. La investigadora, considera que los jóvenes necesitan tener mucha perseverancia, mucho amor a la investigación y por su país, para poder vencer todos los obstáculos.
La Dra. Quintana finalizó la entrevista con estas palabras “Hay jóvenes que salen a nivel licenciatura con un gran entusiasmo, pero por desgracia cuando se enfrentan a los primeros problemas eso los vence, lo único que podría decirles es que si ven una piedra, la brinquen y si ven otro obstáculo que lo rebasen y traten de seguir adelante y conservar su entusiasmo, solamente perseverando podemos lograr que este país tenga un mayor número de investigadores sedientos de buscar el conocimiento para lograr mejoras en el país, algo muy importante que no nos inculcan es el amor a nuestra naturaleza, a nuestros recursos, si nosotros como mexicanos supiéramos apreciar la gran riqueza que tenemos la defenderíamos a capa y espada, cosa que no sucede, no nada más en cuanto a riqueza de flora y fauna, tenemos una gran variedad de climas que nos permitirían ser un país autosuficiente, el país sería una potencia mundial si supiéramos trabajarlo y administrarlo”.
La Maestra María Elena Quintana, es doctora en Ciencias con especialidad en Genética, realizó la licenciatura en Biología en la FES-Iztacala, tiene estudios de maestría en Fisiología Vegetal, es docente de la carrera de Ingeniería Agrícola en la FES Cuautitlán (UNAM).