Mientras la producción y canales de venta de los alimentos orgánicos avanzan, el marco legal de este sector se encuentra estancado.
Esto ha impedido la actualización estadística, descubrir cuáles son las necesidades del mercado mundial y nacional, y controlar su comercialización.
Es el caso de Benjamín Gómez, que quiere transformar su rancho, en un lugar donde se produzcan alimentos orgánicos, pero aún no decide qué cultivo sembrar o qué animal engordar, porque no existen datos actualizados que le den una guía de las necesidades del mercado.
“Sé que es un negocio exitoso y me gustaría reconvertir mi rancho, y ya tengo avanzado una parte del proyecto, porque trabajo con el ITESM, pero debo definir el producto y no hay información actualizada”, dijo.
Jesús Ortiz-Haro, representante de Impulso Orgánico, comentó que las últimas cifras oficiales que se tienen del sector son de 2005, y con el marco legal completo todos estarán obligados a proporcionar información y se podrá diferenciar lo orgánico de lo natural.
“Aun sin el marco legal hemos seguido adelante en la producción y comercialización porque las tiendas de autoservicio piden el sello de certificación de organismos internacionales y que sean vigentes. La ley es necesaria para clasificar lo orgánico con lo natural y nos obliga a todos a dar cifras y tener mayor certeza”, comentó.
La Ley de alimentos orgánicos, publicada hace 5 años, todavía no tiene reglamento y ahí se definirá cómo se agrupará la información.
Información de ProMéxico, muestra que existe interés para producir estos alimentos porque son entre 30 y 70 por ciento más caros que los tradicionales, debido a que requieren una certificación anual por parte de un organismo internacional que verifican que no se usen químicos en su producción.
Karla Martínez
Periodista especializada en el Sector Agropecuario
kalmagu@gmail.com