En el trópico mexicano se producen una importante variedad de flores de corte, entre las 20 especies que se cultivan podemos mencionar el anturio, heliconias, ginger, calatheas, orquídeas y aves de paraíso, aunado a esta paleta floral, también se cuenta con producción de follaje.
Las condiciones climáticas permiten obtener producciones con buenos márgenes de ganancia.
En media hectárea de anturio puede llegar a tener una producción anual de 6,500 flores repartidas en cinco cortes.
Pero para los especialistas, hace falta impulsar la floricultura tropical, estructuras de comercialización que apoyen y promuevan esta lucrativa actividad. Como desgraciadamente sigue ocurriendo en el agro mexicano, las ganancias no siempre se quedan con los productores. Como ejemplo de esto se llega a mencionar que el precio de un anturio que es pagado al productor en $6.00 mientras que al consumidor final se le vende en diez veces más. También es necesario crear el hábito de consumo de estas especies entre la población nacional de regiones donde no es factible que se den. Cuando se habla de flor de corte, no sólo se debe de considerar el mercado internacional, el mercado nacional es potencialmente interesante, incluso cuando somos una población para la cual las flores siempre han ocupado lugar de importancia cultural, aún hace falta la inserción de programas de promoción, especialmente cuando hablamos de las consideradas como especies exóticas.
Las especies florales exóticas, tienen la ventaja de poderse vender individualmente, tienen demanda nacional por parte del sector turístico además de ser requeridas por los mercados internacionales.
En el estado de Tabasco, la Secretaria de Desarrollo Agropecuario Forestal y Pesca, ha implementado un interesante programa de exóticas y follajes asociados a huertos de cacao, se están evaluando un total de 27 especies. Esta propuesta tiene como objeto ser una fuente adicional de ingresos para los productores de cacao, que como ganancia adicional busca mantener los huertos libres de Moniliasis a través de labores culturales.
Redacción TECNOAGRO