Originario del Sureste Asiático, el plátano comparado por los budistas con el colmillo de un elefante, es considerado a nivel mundial como un alimento de importancia, por su alto contenido nutricional, llegando a ser la fuente principal en algunas regiones de Africa. Su consumo no se limita a las zonas tropicales donde se produce, tiene demanda prácticamente en todas las regiones del planeta, del cual se dispone durante todo el año.
En el continente americano, Brasil es el principal productor, mientras que los países Centro Americanos destinan su producción al abasto de las demandas internacionales.
Aún cuando comúnmente denominamos plátanos a los frutos del genero Musa, existen dos denominaciones: bananos se le dice a los consumidos en fresco y plátanos a los consumidos cocinados por su alto contenido de harinas.
Nuestro país forma parte del grupo de los diez principales productores y exportadores de este fruto tropical. Destinando únicamente el 5% de su producción total a los mercados internacionales, éste es considerado como el segundo de importancia económica, debido a la superficie que se destina para su cultivo.
Producción Nacional
Las zonas de producción se encuentran distribuidas en la región del Golfo y del Pacífico.
En México se cultiva una gran variedad de especies de plátano, las tres principales son el Enano Gigante con 29,908 has cosechadas, destacando la superficie de Chiapas y Tabasco, el Macho con 18, 419 has concentrándose la producción en los estados de Chiapas, Veracruz y Tabasco, la superficie cosechada del plátano Tabasco es de 5,504 has, destacando la superficie cosechada del estado de Colima.
En las zonas plataneras de estos estados encontramos climas cálido húmedo y cálido seco, con precipitaciones anuales que van de los 1,700 a 3,900 mm en las regiones húmedas y de 700 a 1,100 mm en las secas. Estas diferencias climáticas, determinaran diferentes tecnologías de producción.
Requerimientos Edafoclimaticos
La basta superficie foliar y la consecuente tasa de transpiración por la exposición a la incidencia de los rayos solares, propician una alta demanda de agua para este cultivo que varia de acuerdo a la nubosidad, llegando a requerir por día 30 litros en días soleados, en seminublados de 24 litros y 12.5 litros en días nublados. Cuando se tienen precipitaciones pluviales bajas o concentradas en pocos meses del año, se requiere de riego suplementario, el más común es el superficial, se debe de tener en cuenta que a través de éste se presenta lixiviación de nutrientes además de favorecer la incidencia de Sigatoka negra. Para evitar lo anterior, estos deben de ser ligeros y con una periodicidad no mayor a 17 días. Los riegos muy pesados con intervalos mayores causan problemas en la planta, repercutiendo en pérdidas de hasta un 50% de la producción. Bajo determinadas condiciones medioambientales, el riego por aspersión favorece el desarrollo de hongos patógenos. Dado lo anterior el sistema de riego más conveniente en por goteo, que además de evitar los problemas anteriormente descritos, contribuye a un uso eficiente del agua.
Las temperaturas óptimas para su desarrollo van de los 20 a los 30ºC fuera de este rango se presentan daños en los frutos y la planta detiene su crecimiento.
Aún cuando se adapta a altitudes de 2,200 msnm, el rango óptimo va de los 0 a los 300 msnm, conforme aumenta la altitud el ciclo biológico se incrementa.
Requiere de suelos con adecuado contenido de limo y arcillas para retener agua, pero con buen drenaje. La textura ideal va de franco arenosa a franco arcillosa. Con profundidad de un metro.
Se desarrolla en suelos con pH de 5 a 8, pero su rango ideal es de 6 a 7.5.
Este cultivo se ve afectado por las velocidades de los vientos, llegando a producir perdidas que se han cuantificado a nivel mundial de un 20 a 30%. Vientos menores a 40 km/hr, aun cuando llegan a desgarrar hojas no propician pérdidas. A velocidades mayores de 50 km/hr, las pérdidas llegan a ser del 60 al 100%.
Establecimiento de la Plantación
Preparación del Terreno. Dependiendo del grado de compactación se pasa un arado de 30 a 60 cm de profundidad. Dos semanas después se hace una rastra cruzada, para control de malezas y en caso necesario incorporar materia orgánica. La nivelación es importante, sobre todo si el tipo de riego es rodado por inundación, ya que se debe evitar encharcamientos que impidan una adecuada brotación y desarrollo de la planta. Para obtener un desarrollo óptimo del sistema radicular, así como para evitar la incidencia de problemas fitosanitarios, es necesario mantener la profundidad del nivel freático por los menos a 1.2 m, en caso necesario se sugiere la construcción de drenes.
Tipo de Plantación. La determinación del sistema de plantación es fundamental para definir la densidad que se tendrá y considerar la consecuente competencia por luz, agua y nutrientes. Las variables determinantes son la variedad y las condiciones de la zona de establecimiento. Básicamente se cuenta con 5 variantes de sistemas de plantación: cuadro, rectángulo, triángulo, hexágono y doble surco. La elección estará en función, entre otros parámetros del porcentaje de pendiente, manejo y mecanización.
Lo más recomendable para el establecimiento de un huerto es utilizar plantas producidas in-vitro, esta es una forma de garantizar que presenta las características genéticas deseadas y que está libre de patógenos.
Manejo Agronómico
Fertilización. Es indispensable realizar un análisis de suelo y foliar, para conocer la disponibilidad de nutrientes y establecer un eficaz programa de fertilización, lo cual además de evitar un gasto innecesario contribuye a preservar el medio ambiente.
En términos generales, cuando se aplica riego rodado se recomienda el siguiente programa de fertilización:
Elemento |
Fuente |
Gramos/planta por aplicación |
Época de aplicación |
Nitrógeno |
Fosfonitrato |
125 |
Abril |
|
Urea |
100 |
Agosto Diciembre |
Fósforo |
Superfosfato Triple de Calcio |
80 |
Abril |
Potasio |
Cloruro de Potasio |
55 |
Abril Agosto |
|
Sulfato de Potasio |
67 |
Diciembre |
Fuente: INIFAP
El modo de aplicación estará en función del sistema de riego.
Control de Malezas. Una de las prácticas que requiere mayor mano de obra y por consiguiente implica altos costos, es el control de malezas, las cuales representan un particular y grave problema en este cultivo.
Dependiendo del sistema de cultivo esta actividad se puede realizar de forma manual con herbicidas o mecanizada. Entre las malezas de hoja ancha a controlar encontramos; Bejucos, Quelites, Tripa de Pollo y Hierba Mora, entre las de hoja angosta están; Grama, Guinea o Zacatón, Zacate Johnson, Zacate de Agua y Coquillo.
Como una manera de control se recomienda el uso de coberturas vivas o muertas.
El deshije, es una actividad importante que comúnmente se realiza con machete, tiene como finalidad conservar la densidad de siembra, evitar competencia. Sólo se dejan aquellos ejemplares que puedan sustituir a otros. Junto con esta labor se hace el descalzone, que consiste en limpiar los pseudotallos para evitar que se conviertan en hospedero de plagas o agentes patógenos. La programación del deshije es fundamental para determinar el número de racimos obtenidos por cepa anualmente (retorno agronómico).
La enfermedad que más daños causa a nivel mundial en los platanares es la Sigatoka Negra, por lo que el deshoje es muy importante para disminuir la incidencia de esta patología. La defoliación severa se evita haciendo un despunte o deslaminado. Para un control adecuado de la enfermedad se debe realizar esta práctica en combinación con fungicidas, ya que estos últimos por si solos resultan ineficaces cuando la patología se encuentra muy extendida.
Durante la cosecha se elimina el pseudotallo, la altura estará en función del tamaño del hijo.
El desflore o eliminación de frutos en floración en campo, tiene como finalidad crear espacio entre manos y frutos así como el mitigar la incidencia de trips.
Posteriormente se realiza un desmane, el momento indicado es cuando hayan salido dos manos de flores masculinas, la manera a realizar estará en función del destino de la producción así como de la calidad que se esté buscando.
El desperillado, es la eliminación de inflorescencias masculinas improductivas, para incrementar llenado de frutos y eliminar trips.
Embolse, su finalidad es proteger a los frutos de bajas temperaturas así como controlar la incidencia de problemas fitosanitarios, repercutiendo favorablemente en el período de floración a corte.
A través de cintas de diferentes colores, encinte, se identifican los racimos embolsados en el mismo período, lo cual facilitara la cosecha.
Apuntalamiento, como se mencionó anteriormente estas plantas son susceptibles a caerse, ya sea por efecto de vientos, nematodos o una nutrición pobre, ocasionando pérdidas de consideración, por lo que la práctica de apuntalamiento se realiza con soportes de horquetas de madera, otate, piola o rafia.
Tanto las bolsas como el material utilizado para apuntalar debe de ser reciclado.
Plagas y Enfermedades
Trips, Frankliniella parvula Hood. Estos insectos ocasionan manchas en los frutos afectando su calidad, limitando el destino al mercado nacional. Las poblaciones de estos insectos se ven mermadas en la temporada de lluvias, proliferando en la época de secas.
Acaro Blanco, tetranychus urticae. Su presencia se denota por una aparición bronceada en las hojas, reduciendo la superficie de fotosíntesis, propiciando el desarrollo de frutas de dedo corto. Estos organismos que viven en el envés de las hojas se manifiestan principalmente en los meses cálido-secos. Para su control se utilizan depredadores, en caso de usar acaricidas deben de aplicarse en forma localizada, extremando precauciones para no afectar poblaciones de organismos benéficos.
Araña Roja, tetranychus cinnabarinus. La presencia de este insecto se caracteriza por la aparición de puntos rojos, telarañas y huevecillos, sobre la nervadura central del envés de las hojas. En los frutos aparecen primero manchas blanco plateados que posteriormente se tornan oscuras. Las condiciones medioambientales que contribuyen a su desarrollo son baja humedad con altas temperaturas. La llegada de lluvias con temperaturas más bajas detienen su desarrollo, momento ideal para iniciar su control.
Picudo Negro, Cosmopolitas sordidus, Germ. Esta plaga del suelo, vive en la base de la planta, asociado a restos del cultivo. Sus larvas se alimentan de los cormos, y en ocasiones del tallo, afectan raíces limitando la absorción de nutrientes, repercutiendo en floración y por consiguiente en peso y tamaño del fruto. Aún cuando llegan a tener cierto desplazamiento la infestación se da a través de material de plantación contaminado. Su período de vida es de 1 a 4 años. Por medio de trampas se determina el tamaño de la población y la justificación a utilizar control químico, que si bien es el método más usual, se debe de tener un estricto control para evitar, resistencias, afectación de insectos benéficos y la aparición de plagas secundarias. A través del control cultural se evita el establecimiento de esta plaga. Otro método de control es el biológico por medio de artrópodos (como escarabajos y hormigas), hongos (Beauveria bassiana y Metarhizium anisopliae) y Nematodos (Steinernema y Heterorhabdistis).
Nematodos
Los géneros de nematodos que destacan por los daños causados en el plátano y banano son: Radopholus, Helicotylenchus y Meloidogyne. Los daños causados a raíces, propician pudriciones de cormos y debilitamiento general de la planta, llegando estas a caerse en época de plena producción de racimos. Los nematodos propician un raquitismo general así como un menor peso de racimos.
Las plantaciones se infestan de nematodos por uso de cormos contaminados, así como por el agua de riego.
El establecimiento de un determinado tipo de control, debe determinarse en función de una estimación de la población. Esto se hace por tan diversas e importantes razones como el cuidado del medio ambiente del jornalero, así como el evitar gastos innecesarios que eleven los costos de producción.
En muchas plantaciones se combinan el uso de nematicidas y labores culturales. También se tiene como opción el control genético, mediante el uso de clones resistentes
Sigatoka Negra
Esta es una de las enfermedades más importantes de este cultivo, se manifiesta en todas las plantaciones del mundo. En México se encuentra presente desde 1981, llega a producir hasta un 50% de pérdidas.
Los daños causados por el hongo Mycosphaerella fijiensisse se manifiestan mediante manchas en las hojas, que al reducir superficie fotosintética repercuten en baja calidad de producción. Los frutos llegan a madurar durante el transporte, en casos de infestaciones muy severas la maduración se da en campo, provocando pérdidas totales.
Entre los factores que favorecen el desarrollo de este hongo son suelos mal drenados, altos porcentajes de arcillas, mal manejo del huerto como sobrepoblación, plantas desnutridas, en combinación con altos porcentajes de humedad y altas temperaturas.
Su principal control es el manejo integral, mediante el uso de agroquímicos, lo cual incrementa considerablemente los costos de producción, y prácticas de cultivo direccionadas a disminuir la fuente de inoculo. El uso de variedades resistentes también juega un papel de importancia.
Cosecha
Esta puede ser programada o realizarse de acuerdo al grado de madurez que los frutos van alcanzando. Esto último estará determinado en función de diversos factores como: distancia a los mercados, producción de la plantación, estación del año y sanidad. Para determinar si el racimo cumple con los estándares de calidad para ser cosechado, se miden diámetro y longitud del dedo medio de la segunda mano.
Redacción Tecnoagro