Esta medida aún se encuentra en el nivel de propuesta, pero se trata de una nueva Norma Oficial Mexicana para que a nivel nacional los productos que se comercialicen porten una etiquetas con información sobre la calidad.

Son las Secretaría de Economía y Agricultura las que están preparando esta nueva Norma y aún se encuentra en el periodo de análisis y comentarios por parte de los involucrados y tiene el nombre de: NOM-187-SCFI-2012 “Información comercial sobre la calidad de los productos agropecuarios y pesqueros”.

La medida no resulta descabellada, si se atienden a los argumentos de las dependencias, pero sí resulta preocupante en los costos e implicaciones que significaría esta medida.

“Este proyecto de norma es aplicable a los productos agropecuarios y pesqueros que se comercialicen en territorio nacional y que sean destinados tanto a los centros de distribución y venta, así como al consumidor final, y se complementa con otras normas vigentes actualmente.

“Se pretende evitar engaños por parte de los productores, distribuidores y/o comercializadores en la naturaleza, calidad y características del producto que se encuentre disponible, tanto en cadenas o tiendas de autoservicio, departamentales, de membresía y de conveniencia, centrales de abasto, tianguis, mercados, bodegas y centros de acopio”, detalla el anteproyecto de las dependencias.

El argumento es darle más confianza a los consumidores de los productos agropecuarios y pesqueros del País, y dar mayor certeza sobre las calidades de los productos que se ofertan.

Se justifica en el anteproyecto que la producción es menor al consumo, y concluyen que es por falta de información de la calidad de los productos.

“Para el 2010 se registró un consumo nacional total de 156.2 millones de toneladas de productos agropecuarios y pesqueros y una producción total de 119.6 millones de toneladas. Los datos señalados dejan ver la necesidad de establecer un régimen regulatorio que permita, proveer de información comercial a los consumidores, para que tomen decisiones con información completa y fomentar la productividad”, destacan.

La intención es que se ofrezca información sobre los distintos tipos de calidad que hay en el mercado, lo cual reduciría las mermas y mejoraría la competitividad internacional.

Esto significa que los productos agropecuarios y pesqueros frescos y transformados deberán portar una etiqueta que traiga todos los datos del productor (nombre, dirección completa) y el grado de calidad, ya sea “Categoría extra”, “Primera”, “México 1”, según lo haya declarado.

Y  el verificador de esta normativa sería la Profeco.

En la actualidad existe un certificado de calidad a nivel nacional bajo el nombre de “México Calidad Suprema”, que nació en la administración de Vicente Fox, cuando Javier Usabiaga era el titular de Agricultura, su objetivo era distinguir los productos de exportación.

Durante meses los consumidores y algunos productores cuestionaban por qué sólo los productos que traían este sello eran los que se exportaban, dejando al mercado interno los productos de menor calidad.

Ahora las dependencias de Gobierno buscan implementar una etiqueta sobre la calidad, pero no se explican los parámetros para medir la calidad de los productos.

El proyecto aún está en revisión y los involucrados pueden emitir sus comentarios, aunque aún no se han recibido ninguno, a pesar de que el anteproyecto se presentó el 14 de marzo.

Si llegara a implementarse, para los comercializadores e industriales significaría otro cambio de etiquetas, aunado al que ya realizaron en el 2011 para cumplir con la NOM 051 sobre el contenido energético.

De acuerdo con el anteproyecto, este etiquetado nuevo implicaría un costo de 16 mil 984 millones de pesos, por parte de todos los productores y/o comercializadores.

“Los costos derivados de la regulación propuesta, se relacionan directamente con la modificación que los productores, distribuidores y comercializadores agropecuarios y pesqueros, tendrán que hacer a las etiquetas de sus productos. Determinar con precisión el costo de cada etiqueta no resulta un asunto factible debido a que dicho costo depende de la estrategia comercial que cada uno de los agentes mencionados elija. Sin embargo, una estimación aproximada del costo de la regulación pero si se toma la producción estimada de 119.6 millones de toneladas si se comercializan en presentaciones de un kilogramo el costo de reetiquetar ascendería a 16,984.4 millones de pesos”, prevé el anteporoyecto.

* Periodista especializada en el sector agropecuario
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