Los próximos meses e incluso el día de las elecciones electorales significan una oportunidad para el campo mexicano, es tiempo de proponer y entretejer las estrategias para mejorar la política agropecuaria nacional de los próximos 6 años y consolidarlas con quienes se harán cargo de este sector. Agrónomos, organizaciones campesinas, organizaciones productivas e incluso los agroempresarios han comenzado a reunirse con quienes competirán por la presidencia en las próximas elecciones, así como con candidatos y futuros legisladores, tanto para el Senado como para la Cámara de Diputados. La oportunidad de un cambio de administración, significa poder optimizar y transparentar los recursos que se asignan al campo, ya que es el sector con la mayor cantidad de recursos anuales y el que menos resultados ha tenido.

Legisladores e instituciones académicas o de consultoría, han señalado innumerables veces que los más de 300 mil millones de pesos destinados al campo no están teniendo resultados visibles, ya que la producción es menor, las importaciones mayores y el ingreso de la sociedad rural empeora. Se ha hecho el comparativo que si esa cantidad de dinero al campo se dividiera entre el número de mexicanos de la sociedad rural que son 25 millones, recibirían en promedio 12 mil pesos cada uno, los cuales podrían ser el capital inicial para un proyecto rural o productivo. Sin embargo, los recursos están concentrados en pocas manos y el beneficio no llega para todos, aunado a que persiste la discusión que debe realizarse una división del presupuesto, una parte para las actividades productivas y otro tanto para los apoyos asistenciales o de subsidio.

El Consejo Nacional Agropecuario, cúpula agroempresarial del País, analizó con su membresía que cada vez son más los tratados comerciales que tiene México y más las importaciones que las exportaciones. “Desde 1993, con el Tratado de Libre Comercio con América del Norte, México ha firmado 12 Tratados con 44 países; 7 Acuerdos complementarios con 7 naciones de América Latina sumando un total de 19 tratados y acuerdos con 51 países, principalmente con el Continente Americano, Europa y Japón. Es México uno de los países que mayores Tratados y Acuerdos comerciales han firmado, sin embargo, el saldo de toda la economía es deficitaria, para el año del 2010 el déficit alcanzó los 3,251 millones de dólares y en materia agroalimentaria, la balanza es cada vez más negativa, representando el sector agroalimentario más de 40% del déficit total en la última década”, informó Luis Fernando Haro, director del Consejo.

En el 2010, se registró un déficit de 3,448 millones de dólares, ligeramente mayor al déficit comercial nacional. Y si se revisa el porcentaje de lo que se debe importar para abastecer la demanda nacional, se observa que en arroz, se debe importar el 75%, en frijol 10%, maíz 26%, trigo 51%, carne de cerdo 45%, carne de ave 17 y leche 12%. Estos indicadores los realizó el Gobierno Federal y dan muestra de cómo se comporta la dependencia a las importaciones de productos que son básicos para la alimentación nacional. Un cambio en las políticas y reorganización en el ejercicio presupuestal que garantice la llegada de recursos a los productores, podría impulsar la producción nacional.

Los más de 300 mil millones de pesos se quedan en el camino, por diversas razones: los gobiernos de los Estados no aportan su parte para complementar el presupuesto, los padrones de productores de programas como Procampo ya están cerrados y no hay ingreso nuevo, los programas de apoyo productivo exigen requisitos fuera del alcance de las comunidades y hay “coyotaje” de proyectos, etc.

Si los mexicanos contribuyen con impuestos y los legisladores acuerdan y fijan presupuestos para el campo, entonces se requiere un cambio en la política pública y mejorar el ejercicio de transparencia.

* Periodista especializada en el

sector agropecuario

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