Algodón orgánico

A nivel mundial el algodón es uno de los principales cultivos de importancia para la industria agrotextil. Su producción esta relacionada con el desarrollo industrial y el crecimiento económico tanto de países desarrollados como de los que se encuentran en vías de lograrlo.

Producción Mundial

En el mundo se cultivan 500 variedades de uso comercial, de esta integrante la familia de las Malváceas.

Su cultivo se encuentra distribuido en 100 países, ocupando el 2.5 por ciento de las tierras cultivables del mundo. Desde mediados del siglo pasado, las tierras dedicadas a su cultivo han oscilado entre los 28 y los 32.7 millones de hectáreas, esto se debe a que si bien algunos países redujeron su superficie de cultivo como fue el caso de Estados Unidos y Brasil, esta aumento en otros países como China y Australia. Aun con estas oscilaciones, el 72 por ciento de la producción mundial se encuentra centrada en cuatro países: Estados Unidos, China, India y Pakistán. En términos de desarrollo, los países industrializados cuentan con un porcentaje menor de producción, el 21 por ciento, en comparación con los países en vías de desarrollo, el 72 por ciento.

Su valor social es de consideración si tenemos en cuenta que 100 millones de familias se encuentran involucradas en su producción, lo que traducido en mano de obra y actividades relacionadas con el proceso productivo representan a 350 millones de personas, lo anterior sin considerar a todos aquellos involucrados en los procesos de transformación. En las relaciones comerciales intervienen 150 países.

Dado lo anterior se le considera de seguridad alimentaria en países de Africa, Asia y América Latina.

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de Comercio, su producción durante el 2007 fue de 25 millones de toneladas, con un valor comercial de $30,000 millones.

A diferencia de otros textiles, el consumo de algodón se ha incrementado en la última década, especialmente en los países en vías de desarrollo. Esto se cree que se debe entre otros factores, al aumento de la población, precios bajos así como a su disponibilidad.

El comercio mundial de esta fibra textil, se vio favorecido por el incremento en la demanda por parte de China, quien es el principal importador, para satisfacer la demanda el gobierno facilito las importaciones durante el 2005-06.

Turquía es el segundo país importador.

Durante esta década, la India paso de importador a exportador.

Entre los principales países exportadores se encuentran Estados Unidos, India, Uzbekistán, Australia, África Occidental y el Brasil.

Consumo per-cápita

La media mundial es de 3.8 kg. El valor de esta se encuentra determinado por el ingreso de la población, tendencias en la moda textil y la campañas publicitarias.

• Los principales consumidores de algodón son los Estados Unidos, con un consumo per cápita de 17 kg.

• En América Latina el consumo per cápita es de 3.2 kg, sobresaliendo México y Brasil, consumiendo las dos terceras partes.

• En la Unión Europea el consumo es de 7 kg.

• La Federación Rusa y los países de la antigua Unión Soviética tienen un consumo de 2.7 kg.

• En Oriente Medio el consumo es de 3.6 kg.

• Los países del continente africano tienen el consumo mundial mas bajo, el cual no llega al kilogramo.

• Japón tiene un consumo de 9 kg.

Se tiene previsto que países como China, India e Indonesia, aumenten su consumo per cápita, al verse incrementados los ingresos de la población.

Entre las principales fibras que compiten con el algodón, se encuentra el poliéster. Entre las ventajas del uso del primero, son sus propiedades térmicas, que lo hacen muy cómodo de usar, además de que se le considera como un recurso renovable. Como desventajas con respecto a las fibras sintéticas, son las variaciones que puede presentar en la calidad y precios, además de que su proceso de cultivo puede ser muy contaminante. Y si bien se sigue teniendo demanda entre los consumidores, se ve afectada su demanda por las fibras sintéticas. La proyección del crecimiento económico de la población mundial puede propiciar una baja en la demanda del algodón para el 2020.

Algodón orgánico

El cultivo tradicional implica un alto uso de agroquímicos, veámoslo en números, del consumo mundial, esta malvácea demanda aproximadamente el 9 por ciento de los pesticidas, 20 por ciento de insecticidas y 8 por ciento de fertilizantes químicos. Todo esto con las consiguientes repercusiones en la salud de jornaleros agrícolas, comunidades humanas y ecosistemas.

Su producción agrícola también demanda el uso de recursos hídricos y edáficos, ambos a nivel mundial ya representan un problema de suministro y manejo.

A decir de los expertos, el que este cultivo siga siendo una opción de vida para los millones de familias que dependen de él, principalmente en países en vías de desarrollo, depende en gran medida de los cambios que se hagan en su forma de producción, buscando tecnologías alternativas que lo perfilen hacia una sustentabilidad, lo que implica una administración adecuada de los recursos naturales, menor uso de agroquímicos y un comercio justo.

La producción de este cultivo se ha visto fuertemente impactada por la biotecnología, a la fecha se considera que la tercera parte de la producción corresponde a variedades transgénicas, tendencia que va en incremento. El cultivo de estas variedades, implica un menor uso de pesticidas, por lo que se considera que su producción es más económica, además de que no existen diferencias entre los precios de venta, con respecto a otras variedades. Pero aún cuando se ha autorizado su cultivo en varios países del mundo, incluyendo México, existen situaciones en el manejo de plagas que no han sido totalmente resueltas por las variedades transgénicas, si bien la aplicación de pesticidas, contra las plagas para las cuales fueron diseñadas estas variedades, se ve fuertemente reducidas, se tiene que seguir usando agroquímicos para el control de otras plagas a las que este tipo de algodón no es resistente.

Dado lo anterior, la producción orgánica de este textil se presenta como una alternativa viable de lograr la sustentabilidad.

No es fácil lograr la reconversión, especialmente si consideramos que la producción orgánica tiende a dar rendimientos mas bajos, pero no hay que desanimarse, los productos orgánicos también tienen un sobre precio, el cual están dispuestos a pagar muchos consumidores, que de acuerdo con las tendencias de consumo se prevé que esto siga a la alza.

El proceso de reconversión para llegar a la certificación lleva tiempo, el cual varía de acuerdo al historial de prácticas agrícolas realizadas, su duración depende del tiempo necesario para recuperar las condiciones de suelo y agua del sitio.

Las normatividades existentes en relación a la certificación de algodón orgánico, especifican que este debe de tener un manejo independiente a algodones producidos bajo otros sistemas agrícolas, independientemente de que se encuentre todavía en rama o fibra.

Para este textil, las certificaciones van más allá del campo de cultivo, se requiere de un proceso de transformación y empaque que cumpla con parámetros de responsabilidad social y ambiental.

Existen a nivel mundial los organismos de Control y Certificación han desarrollado diferentes normas que garanticen que tanto el proceso productivo como el de transformación son orgánicos, algunas de estas normas son aplicables en forma genérica a los textiles agrícolas, otras se refieren específicamente al algodón, en los Países Bajos se cuenta con Control Union/Skal, en Estados Unidos esta la Organic Trade Association, en Alemania la Internationaler Verband der Naturtextilwirtschaft y la Naturland, en Reino Unido Soil Association y en Japón la Japan Organic Cotton Association.

Buscando englobar la normatividad para que los productos textiles orgánicos sean reconocidos como tales, en cualquier mercado del mundo, se cuenta con la Global Organic Textile Standards (GOTS).

Como una opción intermedia se cuenta con la Organic Exchange, que tiene normas de certificación para mezclas de productos textiles, en las que no todas las fibras son de origen orgánico.

De acuerdo con datos proporcionados por esta última organización, el mercado de algodón orgánico durante el pasado 2009, aumento en un 35 por ciento con respecto al 2008. Se prevé que durante el 2010 el mercado crecerá un 20 por ciento, lo que tendrá un valor de $5.1 mil millones, tendencia que seguirá a la alza par el 2011, con un crecimiento del 40 por ciento con un valor para el mercado del $6 mil millones.

A paso lento quizá para algunos, pero no queda la menor duda, de que la producción orgánica tiene un futuro, no solo para quienes la practican y la consumen, también para el planeta.

Ing. Agr. Norma Ordoñez

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