Desde espinacas que pueden detectar explosivos hasta carne vegetariana, la tecnología biológica tiene el potencial de cambiar el mundo.

“El medio en que nos desarrollamos, está rodeado por plantas, las cuales son la razón de la vida en la tierra. Que gracias a los avances tecnológicos, han sido empleadas para diversos propósitos y no solo por el oxígeno que nos proporcionan.”

Por: Independent.

Los científicos han ideado un nuevo y extraño método para detectar explosivos: usar espinacas. Las plantas están impregnadas con nanotubos fluorescentes "biónicos" que emiten luz infrarroja. En presencia de sustancias químicas específicas, la luz se apaga y esto puede usarse como señal de que hay explosivos presentes. El cambio en la fluorescencia incluso, se puede detectar usando un teléfono móvil modificado.

¿Pero por qué usar espinacas modificadas en lugar de los nanotubos por sí mismos? Todo se reduce al hecho de que las plantas extraen grandes cantidades de agua a través de sus raíces y hasta sus hojas sin usar mucha energía.

Entonces, en este caso, la espinaca se está utilizando como un sistema automático de muestreo de agua para detectar nanotubos explosivos. Esta impresionante habilidad, es una de las muchas razones por las que las plantas a menudo se utilizan no solo como alimento y ropa, sino como parte de tecnologías complejas.

Aquí hay algunas formas más increíbles de usar la vegetación.

• Descontaminación – La capacidad de las plantas para procesar agua, se puede usar para algo llamado "fitorremediación". Los contaminantes del suelo disueltos en el agua absorbida por las plantas se transportan a las hojas y se acumulan allí a medida que el agua se evapora. Las plantas se pueden cosechar y eliminar, llevándose los contaminantes. Esto es empleado para desintoxicar los suelos de arsénico y plomo. Contaminantes valiosos, como cadmio o níquel, incluso se pueden recuperar en un proceso llamado "fitotinamiento". Recientemente, ciertas plantas genéticamente modificadas se combinan por su capacidad de procesamiento en grandes volúmenes de agua con las características de los tipos de bacterias que pueden descomponer los explosivos TNT y RDX. Esto significa que podemos producir plantas modificadas que pueden detectar y desactivar explosivos.

• Explosivos – Pero las plantas no solo se usan con fines pacíficos. En 1846, Christian Schönbein llevaba a cabo un experimento en su cocina (en contra de los deseos expresos de su esposa). Derramó una mezcla de ácidos concentrados y agarró la cosa más cercana a la mano para limpiarlos. Luego se percató de que había usado el delantal de su esposa. Se veía bien después de lavarlo apresuradamente, y lo colgó sobre la estufa para que se secara. La crisis fue evitada, al menos hasta que la plataforma explotó. Schönbein involuntariamente había convertido el algodón de la plataforma en nitrocelulosa, o guncotton, un explosivo más potente que TNT. La celulosa que forma la base de guncotton, es el principal constituyente estructural de las plantas y por su masa, es la molécula biológica más común en la Tierra. La celulosa es fácil de obtener y la nitrocelulosa es más poderosa que la pólvora, por lo que guncotton reemplazó la pólvora en el siglo XIX.

En la novela De la Tierra a la Luna, Julio Verne empujó a sus exploradores al espacio usando una enorme arma disparada con nitrocelulosa. En realidad, los viajeros espaciales de Verne, se habrían convertido en puré por la aceleración. Pero no estaba completamente equivocado, ya que la nitrocelulosa todavía se usa hoy en día en los propulsores de cohetes de combustible sólido, especialmente para aplicaciones militares, ya que no crea humo que pueda delatar la posición del lanzador mientras se quema.

• Vendas de plástico – La nitrocelulosa y otros polisacáridos de plantas nitradas, también estuvieron entre los primeros "plásticos". Sus usos incluían la película utilizada en el cine, que se basaba en nitrocelulosa y podía encenderse, incluso explotar si el proyector se calentaba demasiado. Estas sustancias inestables se han reemplazado en gran parte por plásticos más seguros, pero un líquido que contiene nitrocelulosa disuelta todavía se usa en medicina. Está pintado sobre cortes y los sella con una fina película de nitrocelulosa. Las plantas producen numerosos biopolímeros y, a medida que buscamos sustitutos más sostenibles, respetuosos con el medio ambiente para los plásticos a base de petróleo, es el momento de que estas alternativas basadas en el medio natural tengan un rendimiento.

• Carne vegetariana - Obviamente, las plantas forman la base de la mayoría de nuestros alimentos, pero los científicos crearon recientemente, una hamburguesa que se ve, huele, sabe e incluso se cocina como la carne, aunque está hecha enteramente de materiales vegetales. Esto ha significado resolver una serie de desafíos. Por ejemplo, para comportarse como carne de res durante la cocción, la nueva hamburguesa debe contener grasas vegetales sólidas a temperatura ambiente pero que se fundan cuando se calientan. La grasa utilizada en este caso proviene de cocos. Ya que las plantas no tienen las proteínas hemoglobina y mioglobina que le dan a la carne roja su color y contenido de hierro. Pero algunos contienen una sustancia muy similar llamada leghemoglobina que, como la hemoglobina y la mioglobina, absorben oxígeno. Provenientes de especies como guisantes y frijoles, que tienen nódulos de raíz que contienen bacterias que convierten el nitrógeno del aire en fertilizante para la planta.

El oxígeno ataca este sistema de conversión de nitrógeno tan agresivamente que algunos de sus componentes pueden perder el 99% de su capacidad en menos de seis minutos. Y así, la leghemoglobina se usa para protegerla absorbiendo oxígeno en los nódulos. Los nódulos que fijan el nitrógeno son, literalmente, de color rojo sangre en el interior porque la leghemoglobina es del mismo color que la hemoglobina.

A pesar de esto, la leghemoglobina solía dar a la hamburguesa de la planta su apariencia y el contenido de hierro en realidad no se obtiene de las plantas porque es demasiado ineficiente. En cambio, es producido por levadura modificada cultivada en cubas de líquido de color sangre en escenas que recuerdan a la serie de televisión True Blood.

Dentro de todo lo anterior, cabe señalar que el cambio climático ocurre 'demasiado rápido' para que las plantas y los animales se adapten con facilidad.