“Cada especie puede verse amenazada dentro de su propio ecosistema y busca permanecer bajo mecanismos de defensa como métodos de supervivencia. Por ello, en nuestro siguiente artículo hablaremos sobre el control de plagas”.

Uno de los retos más difíciles para la agricultura orgánica es el manejo adecuado de las plagas y enfermedades, ya que muchas plagas han elevado sus niveles de daño, reproducción y distribución. Lo que se ha convertido en una limitante para la producción, razón por la cual los agricultores se ven en la necesidad de determinar el óptimo manejo de plagas a través de estrategias que estén consideradas dentro del ambiente regulatorio.

Este tipo de agricultura es llevada a cabo en 110 países alrededor del mundo, en los cuales más de 26 millones de hectáreas se manejan de manera orgánica por más de 558, 449 actualmente. Hoy en día implementar un programa de manejo de plagas es vital para apegarse a la regulación actual y de esta forma no arriesgar la certificación como productor orgánico.

Es por ello que el Control Biológico (CB), se hace notar como una de las alternativas de solución, a pesar de requerir el entendimiento de las relaciones entre organismos, así como encontrar los enemigos naturales para el manejo correcto de una plaga. Gracias a la demanda de productos orgánicos, ha incrementado su demanda y se ha dejado notar como potencial económico para el productor orgánico.

Marco regulatorio para el manejo de plagas.

Todas las normas generales y específicas de cada agencia o programa (OMRI-Insitituto Revisor de Materiales Orgánicos, por mencionar alguno), influyen en la toma de decisiones para el manejo de plagas. Ya que cada una contempla una lista de productos aprobados, restringidos y prohibidos para el manejo fitosanitario. Solo unos cuantos contemplan el control de plagas y las alternativas se ven reducidas. Aunque la estrategia más eficiente para el manejo de plagas es la autodefensa del sistema en sí, ya que como un todo debe tolerar la presencia de organismos nocivos según la sanidad del sistema suelo-planta y el equilibrio entre las mismas especies de plantas y animales. Es por ello que se promueve una eficiente nutrición a través de fuetes naturales, la rotación de multi-cultivos como estrategias de protección vegetal.

Cabe mencionar que en la mayoría de los países industrializados la certificación se ha vuelto obligatoria, sobre todo para los operadores que etiquetan sus productos como orgánicos, por su parte en México se hacen consultas nacionales para su reglamentación. Aunque los gobiernos han establecido e implementado mecanismos de cumplimiento obligatorio así como requerimientos de acreditación, los cuales han tenido su impacto en inspectores y agencias de certificación.

Prevenir es pieza clave para la agricultura orgánica, así como la convivencia. Ya que de los productores con mayor experiencia se aprende el actuar de manera anticipada antes de que los problemas alcancen un nivel de daño considerable. Aunque es difícil de asimilar sobre todo en los países subdesarrollados. Debido a que los agricultores acostumbran a combatir el mal cuando ya no hay remedio. Es por ello que la normatividad orgánica establece mecanismos que obligan a todos los productores a prevenir situaciones como problemas de plagas, de normas, de certificación y en todo caso a planear todo el proceso de producción de manera anticipada para llevar al éxito tanto el proceso como su término.

Por ello en la agricultura orgánica, se busca realizar toda clase de prácticas necesarias para el desarrollo de la fauna benéfica que mantenga niveles de daño aceptables y permita preservar la salud del mismo. A diferencia de la agricultura convencional, en la que pocas veces se eliminan plagas por completo.

Las tecnologías más apropiadas y limpias para el manejo de plagas en la agricultura orgánica son:

Manipulación biológica

La mezcla de diversos enemigos naturales, puede dar mayor supresión de una plaga, según el rango de plaga, estado de desarrollo, localidad y temporada. Ya que es necesario identificar la plaga que afecta al cultivo mediante la búsqueda intensa y exhaustivos acerca de los enemigos, según su posición taxonómica; y estimar de igual manera su población. Establecer las necesidades por densidad y tamaño del predio. Realizar un pequeño muestreo de las especies para mandarlo a un laboratorio entomológico. Con el propósito de introducir al enemigo natural e impedir el desarrollo de la población en cuestión y de esta manera no eleve daños en la producción.

Control etológico

Se les considera de esta manera, ya que utilizan atrayentes, trampas y cebos, repelentes, inhibidores de alimentación y sustancias diversas que tienen efectos similares conocidos como semioquímicos. Los cuales se componen de sustancias secretadas al exterior por un individuo, del cual se genera una reacción específica, comportamiento definido o un proceso de desarrollo; o bien la relación de comunicación química entre individuos de diferentes especies

Diversificación de cultivos

El establecimiento de diferentes cultivos promueve la diversidad de enemigos naturales, ya que cumple con múltiples funciones al controlar maleza, plagas y enfermedades. Según mencionan Davidson y Lyon, los monocultivos incrementan una plaga de cultivo, mientras que los agroecosistemas proporcionan un control de plagas natural en parte a que los enemigos naturales requieren de hospedantes alternos para su reproducción. Ya que disminuyen la incidencia de diversas plagas; esto significa que alguna especie en particular encuentra un equilibrio dinámico en diferentes niveles de densidad de población y de una particular, modificando la diversidad del ecosistema.

Formulas a base de microorganismos

Dentro de los programas de certificación, se encuentran las formulaciones a base de microorganismos que pueden ser utilizadas en la producción orgánica. Los de mayor uso son los insecticidas a base de distintas sepas de bacterias, virus, hongos y nematodos, entre otros. Es importante mencionar que no todos los productos a base de microorganismos u otros, son permitidos por su origen biológico.

Extractos de origen natural

Hay que tomar en cuenta que no toda sustancia de origen natural puede ser usada en la agricultura orgánica, los permitidos, son aquellos que aparecen en las listas de los programas de certificación y en las listas de OMRI o la lista nacional. Lo ideal cuando se presenta algún problema es buscar alternativas dentro de los productos permitidos. A pesar de ser un sistema joven y en pleno desarrollo, avanza de manera constante tanto en investigaciones como en evaluaciones de nuevas alternativas, mismas que serán propuestas y validadas oficialmente y al mismo tiempo admitidas en las listas de productos permitidos.

Una de las alternativas más simple es la utilización de insecticidas botánicos que pueden ser preparaciones crudas de partes de plantas para producir un polvo o talco, los cuales pueden repeler o interrumpir la fase del ciclo de vida de una plaga incluso su muerte.

En la actualidad es vital encontrar un punto de equilibrio entre la productividad y la sostenibilidad, ya que habrá de desarrollarse mecanismos entre los diferentes factores que convergen la finca. Debe fundamentarse una cultura en la sociedad para que los nuevos especialistas en agricultura orgánica desarrollen paquetes tecnológicos de manejo de plagas capaces de controlar la incidencia de las mismas en niveles en que los bienes del hombre no sufran daños, pero permitan un estado ambiental saludable.

El punto es aprender a administrar los recursos en bienestar de la generación presente y las futuras. Como el valorar y aprovechar las innumerables especies vegetales con potencial repelente o insecticida. Seguramente que la utilización de técnicas limpias como la agricultura orgánica serán la mejor alternativa para superar condiciones y medio para defenderse de la condición actual para permanecer como parte de los ecosistemas.