Aceites comestibles de coco, agua envasada con vida en el anaquel, combustibles y fibras para fabricar paneles de autos o rellenos de asientos con fibra de coco, son algunos de los productos que se comercializarán a nivel nacional después del 2015, debido al trabajo multi-institucional entre productores, investigadores y gobiernos desde hace 20 años.
Investigadores del CICY, INIFAP, Colegio de Posgraduados, el tecnológico de Mérida, CINVESTAV, las Universidades de Guadalajara, Colima, dos instituciones en Jamaica, una en Honduras, otra en Francia, Colombia, Brasil y Florida en Estados Unidos, trabajan desde hace 20 años en mejorar la producción de la palma de coco y desarrollar nuevos productos.
El proyecto ha tenido grandes avances, en principio el control del amarillamiento letal en las palmeras, se ha logrado tener plantas resistentes y más productivas sin esperar al proceso natural.
Ahora se tienen los recursos para comenzar con una biofábrica de plantas productivas que darán resultados en los próximos 3 años y que a nivel comercial dará resultado en los próximos 3 años.
A finales de la década de los 70 apareció el amarillamiento letal en las palmeras y el CICY con recursos del CONACYT se revisaron varios temas para atender las necesidades del coco, entre ellas la solución al amarillamiento.
Una vez solucionado esto se tiene en la mira aprovechar todo del coco, desde la hoja, hasta la cáscara para uso industrial o artesanal.
Es así que se han desarrollado varios productos a base del coco y hasta han encontrado en una primera fase en Asia que el aceite de coco comestible funciona como tratamiento al VIH Sida, aunque aún hay que hacer mayores pruebas.
Además este aceite tiene efectos en el control del peso y hay gran interés por las transnacionales; en Brasil Pepsi Cola produce agua de coco y en Estados Unidos la Coca Cola también tiene productos.
* Periodista especializada en el
sector agropecuario
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