“Uno de los mayores desafíos en la actualidad es el problema ambiental, al igual que la seguridad alimentaria. Esta opción, no tan reciente, puede solucionar parte de estos problemas, ya que se produce de manera eficiente y sostenible”.
Por: Sarah Romero,
El confidencial.
Uno de los mayores desafíos de la agricultura tradicional, tiene que ver con la cadena de suministro y el transporte de productos perecederos en todo el país, incluso en todo el mundo. De ahí que la agricultura vertical, se esté representando como una opción de gran potencial, al transformar la cadena de suministro de la granja a la mesa, con un artículo que se centra en la logística y la gestión de la cadena de suministro. En esencia, la agricultura vertical, es un método de labranza que permite a los agricultores apilar plantas en bandejas o torres, como si de edificios se tratase, lo que permite sembrar una gran cantidad de productos en un espacio reducido, algo que resulta ideal para áreas urbanas.
En las regiones donde la tierra es escasa o las condiciones climáticas no son favorables, para la agricultura al aire libre, esta alternativa no es solo apropiada, también es más segura, sin pesticidas o herbicidas, requiere menos agua y menos espacio. Además posee “circuitos” de entrega más cortos, y por tanto, menos contaminantes. Los alimentos frescos pueden obtenerse localmente, en lugar de tener que enviarse y almacenarse antes de su consumo.
Según la organización Vertical Farming Institute, cada metro cuadrado de espacio de suelo dedicado a la agricultura vertical, produce aproximadamente la misma cantidad de cultivos de hortalizas, que 50 metros cuadrados de tierras agrícolas cultivadas al estilo tradicional.
Aeroponía
Esta técnica, mejorada por la NASA en la década de 1990 con la intención de producir cultivos eficientes en el espacio, implica el cultivo de plantas en un ambiente sin presencia de tierra o aire y con muy poca necesidad de agua. Las semillas se colocan en trozos de espuma, que a su vez, se colocan en macetas pequeñas y son expuestas a la luz en un extremo y a los nutrientes en el otro. La espuma mantiene la integridad de la planta a medida que va creciendo. Las plantas que son cultivadas de esta forma, tienden a absorber más nutrientes, lo que conduciría a productos más saludables y nutritivos.
La estadounidense AeroFarms -fundada en 2004- es una de las empresas que opera granjas interiores verticales, con cultivo aeropónico de verduras de hoja verde, sin sol ni tierra, en un entorno totalmente controlado. Cuenta con solera y prestigio en este sector, pues en 2018, recibió el Premio Global SDG por sus prácticas ambientalmente responsables y su liderazgo en la agricultura.
Hidroponía
La agricultura hidropónica prescinde totalmente de la tierra para cultivar los alimentos; es decir, las raíces de las plantas se sumergen en disoluciones minerales ricas en nutrientes que se hacen circular por la estructura, en vez de emplear suelo agrícola. Se utiliza habitualmente en la mayoría de técnicas de agricultura vertical.
La compañía BitGrange -fundada en 2015-, entre otras, utiliza un sistema hidropónico basado en el Internet de las Cosas (IOT), que produce plantas comestibles con poca agua y energía. El software, evalúa las variables ambientales en tiempo real y notifica a través de una aplicación, si es necesario añadir más agua o más nutrientes para las plantas. En Singapur existe también Sustenir Agriculture, que promueve alimentos seguros, locales y con la menor huella de carbono posible. Cultivan verduras de hoja verde, tomates, fresas y hierbas frescas.
Acuaponía
Hablamos ahora del cultivo de plantas en agua en un medioambiente simbiótico, con peces. En este sistema, los peces crecen en estanques interiores y producen desechos ricos en nutrientes, que actúan como fuente de alimento para las plantas cultivadas en granjas verticales. A cambio, las plantas filtran y purifican las aguas residuales, que se reciclan directamente a los estanques de peces. En España, empresas como Green In Blue, se encargan de ofrecer desarrollo e implementación de soluciones acuapónicas a otras empresas deseosas de crear un sistema de alimentación más sostenible.
Plantscape
¿Te imaginas vivir en un edificio del que pudieras obtener alimentos frescos? Una empresa sueca llamada Plantagon, ha diseñado una solución que rebosa creatividad y sostenibilidad a partes iguales: un edificio especialmente orientado a cultivar alimentos para sus ocupantes. El edificio no sería solo un lugar con apartamentos o viviendas, sino una especie de invernadero vertical en movimiento, con un sistema de transporte de estantes que movería gradualmente las cajas de siembra desde abajo hasta el techo. Todo controlado con tecnología gracias al Internet de las Cosas. Por el momento, se está construyendo un edificio piloto a modo de demostración en Linköping (Suecia).
Granjas modulares
InFarm, con sede en Berlín o ModularFarms, en Australia, permiten la producción de plantas frescas en cualquier parte del mundo, gracias a una solución de cultivo vertical interior, sin importar el clima o el emplazamiento de las granjas. Las granjas se integran en contenedores de acero -distintos a los que se emplean en transporte- autosuficientes que únicamente requieren estar conectadas al suministro de energía y agua. Estas granjas modulares, utilizan un 95% menos de agua que las tradicionales y pueden reducir el transporte de alimento hasta en un 90%. En Europa también comienzan a expandirse hacia Dinamarca, Francia, Alemania o Suiza.
Son solo unos ejemplos de cómo la agricultura urbana sostenible, puede ayudar a resolver problemas crónicos de seguridad alimentaria que puedan llegar a tener las próximas generaciones. Estamos ante la agricultura del futuro.
