• En la presente administración, las ventas agroalimentarias mexicanas hacia Centroamérica han aumentado un 74 por ciento, toda vez que se ubicaban en 371 millones de dólares.
Las exportaciones agroalimentarias a Centroamérica crecieron en 25 por ciento durante 2010, con relación al año previo, para ubicarse por encima de los 644 millones de dólares, informó la Coordinación General de Promoción Comercial y Fomento a las Exportaciones, de Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (ASERCA).
De acuerdo con el organismo de la Secretaría de Agricultura, Ganadería Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), las ventas a las naciones de esa región aumentaron en 130 millones de dólares, toda vez que en 2009 fueron comercializados 514 millones de dólares en productos agroalimentarios. Esto permitió, además, registrar un superávit comercial por 17 millones de dólares, lo que revierte la tendencia de los últimos años.
Es de resaltar que las exportaciones agroalimentarias de México a Centroamérica han crecido más de 74 por ciento en los últimos cuatro años, al pasar de 371 millones, en 2006, a más de 644 millones, en 2010.
Los principales países centroamericanos a los que México exporta son: Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Honduras, Panamá, Nicaragua y Belice. Entre los productos que se envían, se encuentran alimentos infantiles, aguacate, cebollas, cerveza de malta, harina de trigo, tequila, jarabe de glucosa, chocolates y alimentos preparados.
En el caso de Guatemala, las ventas de México aumentaron en 28 por ciento, entre 2009 y 2010, al pasar de 181 millones de dólares a más de 232 millones de dólares al cierre del año. Desde el inicio del sexenio las exportaciones de nuestro país a aquella nación prácticamente se duplicaron, de 119 millones de dólares, en 2006, a los más de 232 millones, en 2010.
Cabe señalar que entre 2009 y 2010 se registraron alzas en la exportación de dichos productos hacia ese país, en especial en trigo duro, mismo que se incrementó en más de mil por ciento en relación al año previo; cereales, 93 por ciento; derivados lácteos, 23 por ciento, y embutidos, 30 por ciento