• Pobladores de los estados de México, Puebla e Hidalgo destacaron que el Proyecto Estratégico para la Seguridad Alimentaria les ha permitido contar con alimentos y agua potable, así como generar un comercio local al vender sus excedentes.
• La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) recién subrayó los resultados del programa, toda vez que ha impactado directamente en 382 mil familias de 692 municipios pertenecientes a 16 entidades federativas.
Los beneficiarios del Proyecto Estratégico para la Seguridad Alimentaria (PESA) –desarrollado por el Gobierno Federal y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés)— en los estados de México, Puebla e Hidalgo reconocieron los beneficios que este programa ha llevado a sus comunidades de alta y muy alta marginación para tener acceso a alimentos, disponer de agua potable y generar un comercio local, a través de la venta de sus excedentes.
En sólo cuatro años, el PESA ha representado un cambio total en la forma de vida de más de un millón 880 mil personas, con acciones de asistencia técnica para producción primaria que les permiten salir del círculo de pobreza y desarrollarse productivamente en sus propias comunidades, así como desistir de migrar.
Como ejemplo destacan los testimonios de los pobladores de la comunidad “El Potreo”, municipio de Cardonal, Hidalgo.
“Antes no había agua. Se sembraba, pero no crecía el maíz y con este apoyo, otorgado por el Gobierno, tenemos más beneficios y veo un futuro mejor para mi hijo, le he contado a mi marido los avances y ya quiere regresarse de los Estados Unidos. Si uno le echa ganas, con esto vamos a seguir a adelante”, refirió Hilaria Rivera, madre de 18 años.
Al respecto, Reyna García detalla:
“Antes cocinaba con el fogón, en el suelo, ahora ya no. Ahora también cuento con un tinaco en el que almaceno agua para regar la milpa, donde siembro frijol y maíz. Este apoyo gubernamental me ayuda a alimentar a mi familia.”
La aplicación del programa comprende tres etapas (lograr un hogar saludable, alcanzar la seguridad alimentaria y producción excedentaria de alimentos para la generación de ingresos), algunas comunidades ya presentan avances, como en Acambay, Estado de México, donde Concepción González comentó:
“Estoy muy agradecida por que ya tengo mi cisterna que me permite contar con agua (potable); ya hay más higiene en mi casa y para mis hijos”.
De la misma forma, la beneficiaria de la región Sierra Negra de Puebla, Guillermina González Cortés, destacó:
“A veces teníamos ganas de comer alguna verdura pero no había de dónde; no estaba tan bien mi alimentación y ahora, gracias al PESA, en la comunidad tenemos huertas familiares”.
De igual manera, Florinda Luna Ramos, resaltó:
“Con el PESA vamos mejorando, porque ya contamos con un criadero de gallinas que producen huevos y carne para alimentarnos, lo que sobra lo vendemos en el mercado comunitario”.
Sobre los impactos del programa Federal, integrantes del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) de la Cámara de Diputados reconocieron la labor de las instituciones que impulsan el PESA y aseguraron que el modelo es un acierto debido a que atiende a las poblaciones de alta y muy alta marginación del país mediante el impulso al desarrollo de capacidades.
Durante el seminario “Prospectiva del Sector Rural 2030-2050”, investigadores y legisladores coincidieron en que el proyecto es una herramienta de desarrollo e impulso para las comunidades del país.
El PESA –cuyo presupuesto aprobado para este año es de dos mil 550 millones de pesos—, aseguró el coordinador del área temática Políticas de Fomento del Sector Rural del Centro, César Ramírez Miranda, es un instrumento cuya aplicación debe ser continúa, ya que, en pocos años ha demostrado elevar la calidad de vida de los habitantes del sector rural.
Cabe señalar que la representante de la FAO en México, Nuria Uquía Fernández, recién subrayó los resultados del PESA, toda vez que ha impactado directamente en 382 mil familias de 692 municipios pertenecientes a 16 entidades federativas.
Acentuó además que la presente Administración Federal incrementó el presupuesto del programa, al pasar de 561 millones de pesos, en 2007, a dos mil 550 millones en 2011.
La experiencia e impacto que ha alcanzado México en PESA es un modelo perfectamente exportable, al grado que el organismo internacional de las Naciones Unidas recomendó replicarlo en otras partes del mundo, refirió la funcionaria.
Agregó que el PESA, al no ser un programa asistencialista, sino de carácter productivo, requiere de un gran trabajo y compromiso de las autoridades y beneficiarios, ya que los usuarios se capacitan en las tecnologías de bajo costo y de fácil adaptación, como en la instalación y operación de invernaderos de producción y granjas avícolas, entre otros.
El PESA en México
El PESA inició en México en 2003, pero fue durante la presente administración presidencial (en 2007) que el Congreso de la Unión destinó una importante suma –más de 500 millones de pesos- para su ejecución.
Bajo la figura PESA se apoyaron, en 2010, 274 mil 805 proyectos para la adquisición de activos productivos. El total de proyectos implementados se distribuyeron en: 55.1 por ciento de disponibilidad de alimentos; 33.7 por ciento de hogar saludable y 11.2 por ciento de generación de ingresos.
• La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) recién subrayó los resultados del programa, toda vez que ha impactado directamente en 382 mil familias de 692 municipios pertenecientes a 16 entidades federativas.
Los beneficiarios del Proyecto Estratégico para la Seguridad Alimentaria (PESA) –desarrollado por el Gobierno Federal y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés)— en los estados de México, Puebla e Hidalgo reconocieron los beneficios que este programa ha llevado a sus comunidades de alta y muy alta marginación para tener acceso a alimentos, disponer de agua potable y generar un comercio local, a través de la venta de sus excedentes.
En sólo cuatro años, el PESA ha representado un cambio total en la forma de vida de más de un millón 880 mil personas, con acciones de asistencia técnica para producción primaria que les permiten salir del círculo de pobreza y desarrollarse productivamente en sus propias comunidades, así como desistir de migrar.
Como ejemplo destacan los testimonios de los pobladores de la comunidad “El Potreo”, municipio de Cardonal, Hidalgo.
“Antes no había agua. Se sembraba, pero no crecía el maíz y con este apoyo, otorgado por el Gobierno, tenemos más beneficios y veo un futuro mejor para mi hijo, le he contado a mi marido los avances y ya quiere regresarse de los Estados Unidos. Si uno le echa ganas, con esto vamos a seguir a adelante”, refirió Hilaria Rivera, madre de 18 años.
Al respecto, Reyna García detalla:
“Antes cocinaba con el fogón, en el suelo, ahora ya no. Ahora también cuento con un tinaco en el que almaceno agua para regar la milpa, donde siembro frijol y maíz. Este apoyo gubernamental me ayuda a alimentar a mi familia.”
La aplicación del programa comprende tres etapas (lograr un hogar saludable, alcanzar la seguridad alimentaria y producción excedentaria de alimentos para la generación de ingresos), algunas comunidades ya presentan avances, como en Acambay, Estado de México, donde Concepción González comentó:
“Estoy muy agradecida por que ya tengo mi cisterna que me permite contar con agua (potable); ya hay más higiene en mi casa y para mis hijos”.
De la misma forma, la beneficiaria de la región Sierra Negra de Puebla, Guillermina González Cortés, destacó:
“A veces teníamos ganas de comer alguna verdura pero no había de dónde; no estaba tan bien mi alimentación y ahora, gracias al PESA, en la comunidad tenemos huertas familiares”.
De igual manera, Florinda Luna Ramos, resaltó:
“Con el PESA vamos mejorando, porque ya contamos con un criadero de gallinas que producen huevos y carne para alimentarnos, lo que sobra lo vendemos en el mercado comunitario”.
Sobre los impactos del programa Federal, integrantes del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) de la Cámara de Diputados reconocieron la labor de las instituciones que impulsan el PESA y aseguraron que el modelo es un acierto debido a que atiende a las poblaciones de alta y muy alta marginación del país mediante el impulso al desarrollo de capacidades.
Durante el seminario “Prospectiva del Sector Rural 2030-2050”, investigadores y legisladores coincidieron en que el proyecto es una herramienta de desarrollo e impulso para las comunidades del país.
El PESA –cuyo presupuesto aprobado para este año es de dos mil 550 millones de pesos—, aseguró el coordinador del área temática Políticas de Fomento del Sector Rural del Centro, César Ramírez Miranda, es un instrumento cuya aplicación debe ser continúa, ya que, en pocos años ha demostrado elevar la calidad de vida de los habitantes del sector rural.
Cabe señalar que la representante de la FAO en México, Nuria Uquía Fernández, recién subrayó los resultados del PESA, toda vez que ha impactado directamente en 382 mil familias de 692 municipios pertenecientes a 16 entidades federativas.
Acentuó además que la presente Administración Federal incrementó el presupuesto del programa, al pasar de 561 millones de pesos, en 2007, a dos mil 550 millones en 2011.
La experiencia e impacto que ha alcanzado México en PESA es un modelo perfectamente exportable, al grado que el organismo internacional de las Naciones Unidas recomendó replicarlo en otras partes del mundo, refirió la funcionaria.
Agregó que el PESA, al no ser un programa asistencialista, sino de carácter productivo, requiere de un gran trabajo y compromiso de las autoridades y beneficiarios, ya que los usuarios se capacitan en las tecnologías de bajo costo y de fácil adaptación, como en la instalación y operación de invernaderos de producción y granjas avícolas, entre otros.
El PESA en México
El PESA inició en México en 2003, pero fue durante la presente administración presidencial (en 2007) que el Congreso de la Unión destinó una importante suma –más de 500 millones de pesos- para su ejecución.
Bajo la figura PESA se apoyaron, en 2010, 274 mil 805 proyectos para la adquisición de activos productivos. El total de proyectos implementados se distribuyeron en: 55.1 por ciento de disponibilidad de alimentos; 33.7 por ciento de hogar saludable y 11.2 por ciento de generación de ingresos.