Un posible acuerdo comercial con Brasil, tiene preocupado a más de un productor agropecuario en México.
Y no es para menos.
La opción de abrir las fronteras comerciales y competir con una de las potencias agropecuarias del mundo no es nada sencillo.
Datos de la FAO revelan que Brasil ocupa el quinto lugar como productor agropecuario a nivel mundial y es líder en la exportación de soya, pollo, carne de res, café, azúcar, pasta de soya, caña, tabaco, maíz, aceite de soya, jugo de naranja, cerdo, entre otros.
Y es muy buen productor de leche, huevo, trigo, algodón, entre otros.
Las cifras del organismo internacional muestran que los brasileños producen dos veces más que México en maíz, leche y papas, pero hay otros productos como la caña y el café donde producen nueve veces más que los nacionales.
Por el contrario los datos de la FAO muestran que son pocos los productos mexicanos que pueden tener éxito, ya que Brasil demanda algunos de los alimentos o bebidas que elabora México, tales como el vino y malta.
Estas dimensiones las tienen muy claras en el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), donde Benjamín Grayeb, vicepresidente de comercio exterior del organismo destacó que si se firmara un TLC con Brasil en materia agropecuaria, los productores nacionales de varios alimentos serían desplazados y tendrían que dejar la actividad.
Esta preocupación la externaron ante la Secretaría de Economía, donde acordaron con funcionarios que los agroempresarios no se cierran a un tratado con Brasil, siempre y cuando exista una lista de productos brasileños con interés de entrar a México y que sea avalado por los nacionales.
"El acuerdo con Economía, y que hasta ahora se ha cumplido, es que no se firma el tratado hasta que los brasileños hagan una lista de los productos que están interesados en ingresar al País, y si no son una amenaza para los productores mexicanos podría darse la firma, de lo contrario sería desastroso", dijo.
Información del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, detalla que el libre comercio debe fluir entre los países, siempre y cuando sea benéfico entre las partes involucradas.
El liderazgo agropecuario que goza Brasil a nivel mundial, resulta agobiante y amenazante para los productores mexicanos, ya que podría desplazarlos de su actividad si se llega a firmar un TLC con esa nación.
"El problema de competir con Brasil es que ellos tienen una política agropecuaria bien establecida y dirigida, con apoyos donde se requieren, por ejemplo en materia de producción, además tienen grandes extensiones de tierra y han mejorado por años sus rendimientos y por eso son un monstruo.
"En cambio nosotros tenemos una tierra fraccionada, políticas públicas que cambian anualmente y sin una estrategia que nos permita ser competitivos, nos volveríamos más dependientes; es un tema agobiante", advirtió Grayeb.
El CNA ha estudiado los niveles comparativos entre el campo de los mexicanos y de los brasileños donde las diferencias son grandes, ya que la política de la nación carioca es de largo plazo, lo que motiva la inversión y mejora las condiciones de producción, cuando en México sucede lo contrario.
"La posición del Consejo es que hay que aprovechar los tratados ya firmados y en un acuerdo con Brasil, hay que ser extremadamente cuidadosos; de entrada tenemos niveles comparativos muy diferentes; coincidimos con los organismos internacionales de no estar en contra del libre comercio, pero primero hay que cuidar nuestro mercado doméstico", resalta información de la cúpula agroempresarial.
Si existe una rama en la economía que ve oportunidades en el mercado de Brasil es positivo que vayan por ellas, pero en el caso del agro no existe ninguna, así que el país debe ser cuidadoso en la materia.
"Nuestra postura es que se analice con cuidado, y los que no tenemos ventaja, no tenemos la necesidad de exponer nuestro mercado doméstico. Y menos hoy que existe una distorsión de precios a nivel mundial, no es el mejor momento para tener experiencias que no han sido perfectamente analizadas", precisó la CNA.
Y existe la confianza porque las autoridades mexicanas tomen en cuenta al agro, como lo hicieron con el acuerdo con Colombia, en el que se pospuso la firma hasta que esa nación resuelva sus problemas de fiebre aftosa en reses y que pondría en riesgo a los pecuarios del País.
Karla Martínez
Periodista especializada en el sector agropecuario
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