“Cada día mejoramos nuestro medio de vida a través de factores ya sea económicos, políticos o sociales. Esto ha llevado consigo, que los agricultores tengan esta misma necesidad, que les permita estar más actualizados y en pro del uso de la nuevas tecnologías, sin dejar de lado en respeto por los recursos naturales.”
Para entender este término, se define como una disciplina que usa la teoría ecológica para el estudio, diseño y evaluación de sistemas agroculturales que sean productivos y conserven los recursos. Además considera todas las interacciones de los componentes biofísicos, técnicos y socioeconómicos, como unidades fundamentales. Se ocupa básicamente, de mantener una productividad óptima en el uso de los recursos locales y minimice el impacto medioambiental por el uso de las nuevas tecnologías.
Gracias a la revolución verde y la industrialización de diversos países, la agroecología provee un esquema de trabajo a través de la aplicación de metodologías para hacer conexiones en el manejo de los agroecosistemas, que así lo requieran. Esto significa innovar tecnológicamente hablando, cambios en políticas agrarias, como en los socioeconómicos así como profundizar en las interacciones dentro de los recursos, la gente y el medioambiente. A pesar de ello se ha desconsiderado circunstancias y necesidades socioeconómicas de agricultores con escasos recursos.
Ya que gran parte de ellos, no ocupan las tecnologías modernas, debido a que en el mayor de los casos son pequeños productores tradicionalistas. En algunos casos son pobres, viven en tierras marginadas, peligrosas o vulnerables. Carecen de recursos, de créditos, acceso a la tierra o a los servicios agrícolas. Mismos que no se benefician de estas tecnologías. Porque aun con el incremento en la producción alimentaria, es necesario proveerlos del conocimiento de las tecnologías y los recursos necesarios para aumentar su producción local de manera sostenible. Así mismo encontrar métodos alternativos que intensifiquen la producción que a su vez conserve la base de los recursos naturales manteniendo la biodiversidad y el conocimiento tradicional.
No obstante, la agroecología puede ser un factor de ayuda para la seguridad alimentaria, pero debido a la poca investigación de ello, no puede ejercerse un mayor avance. Por eso es necesario reorientar los objetivos en la investigación, encontrar métodos alternativos que intensifiquen la producción, de manera que sea sostenible y equitativa. Esto podría ayudar a mejorar las variedades de cultivo, haciéndolas resistentes a la sequía, la salinidad, las pestes y otros obstáculos. Así como mayor información sobre agroecología. También debe brindar empleo durable a muchas generaciones, reducir su vulnerabilidad y reforzar su autodeterminación.
Es decir si la investigación agraria sigue un enfoque interdisciplinario que integre a la ecología, de un buen uso a los recursos naturales y toma en cuenta los aspectos sociales, económicos y culturales, facilitara la difusión de las prácticas de la agroecología. Las cuales deben ser intercambiadas entre campesinos, los gobiernos y las agencias de desarrollo. Con el propósito de fomentar su aplicación o conversión a la misma.
Para ello es necesario, empoderar al campesino a través del conocimiento e información adecuada sobre los principios que maneja la agroecología y permita que sean capaces de adaptar y aplicar todo ello a sus condiciones locales.
Sin embargo es vital comprender que la conversión a la agroecología lleva años, implica una menor dependencia a insumos manufacturados externos para sustituirlos por naturales; generación de procesos de control como por ejemplo enfermedades, pestes, malas hierbas entre otros. Lo que permitirá reciclar recursos locales y minimizar perdidas, producir más biomasa y aumentar el contenido de materia orgánica del suelo. De igual manera diversificar la estructura agrícola, mejorar las relaciones y procesos biológicos naturales; así como minimizar la labranza.
Es importante tomar en cuenta, que a pesar de ser un sistema plenamente operativo, también lo es contar con las facilidades a largo plazo para apoyar a los productores, a través de una financiación pública que incluya programas de formación agrícola y servicios de extensión enfocados a la agroecología.
